Setenta gañotes

La guía de la ciudad de Cádiz, una página web sobre nuestra cuidad, Cádiz, ha decidido publicar un atractivo reportaje en el que ofrece un listado de todos los sitios de la provincia donde reparten algo de comer gratis durante el Carnaval.
La citada lista es realmente atractiva y recoge, según he podido contar por encima, unas 70 propuestar para ir de gañote, que, además de ser el nombre de un exquisito dulce de Ubrique, en la Sierra de Cádiz, sirve también, en lenguaje de idiosincrasia de Cádi, para nombrar a todos  aquellos actos en los que se hace algo, presuntamente de pago, sin la necesidad de tener que poner ni un duro.
En todo este repaso, me ha llamado poderosamente la atención que existe una población en nuestra provincia en la que los actos gastronómicos son de lo más numeroso y esta es Chipiona, un sitio que, además, tiene un gran atractivo para la gente de comé, porque preparan, unas berzas que realmente están de escándalo. He probado unas cuantas durante las últimas semanas y se me ha quedado la barriguita cantidad de calentita.
En Chipiona para mañana sábado hay programados hasta un total de nueve actos diferentes en los que se reparten desde pavías de merluza que, disfrazadas de un buen pegotón de mayonesa son una jartá de carnavalescas, hasta una jamoná, una menudá y hasta un reparto de gambas, aunque en este caso el organizador, la agrupación carnavalesca Los Espumas, aclara que se trata de una sola degustación para evitar que alguno se crea que, cuando se llegue allí, a cada uno le van a poner entero el escaparate de Romerijo en El Puerto.
Siempre me he preguntado, por cierto, porque a ningún santo, cuando tuvo una aparición, en vez de presentársele la Virgen del Carmen sobre una nube, no se le presentaron cuarto y octavo de gambas blancas sobre un papel de estraza…yo creo que con una aparición así los triduos tendrían muchísimo más público.
Yo, como cada día me aburro más con el concurso del Gran Teatro Falla, y aquello cada vez se parece más a unas fiestas típicas que al Carnaval, pienso que esos parones que hay entre agrupación y agrupación para montar los atrezzos, que cosa más fina de palabra, se podría hacer una degustación de productos típicos del pueblo actuante. Los de Santoña hubieran gustado mucho más al público si hubieran repartido mientras preparaban su actuación unas buenas anchoas y los de Barbate, con una mojamada popular hubieran sido un escándalo.
Y ya puestos, y como siempre no hay comida que repartir, cuando le toque a alguna de Cádiz, el concejal de Fiestas Vicente Sánchez podría salir a repartir unos tarritos de agua milagrosa del pabellón deportivo del Casco Antiguo, porque mira que es milagrosa ese agua de lluvia que, aunque le tapen todos los boquetes, continúa entrando dentro de las pistas polideportivas. Yo creo que esto es cosa del maligno, Vicente…haz un exorcismo.