Pase de preliminares COAC 2020 de Los Majaras: Locura portuense en estado puro
La comparsa de Nono Galán hizo una reivindicación de la historia de la peña
Valoración: PASABLE
Se presenta la comparsa de Los Majaras cantando de espadas, en corro cerrado tras un largo preludio musical. Arriesgado, se les entiende sólo regular. Cuando se dan la vuelta descubren unas grandes voces, aunque algo chillado en ocasiones. “Si por mas años que pasen yo me vuelvo más Majara”. Elaboran un juego entre la locura del personaje y la peña los Majaras que se mantendrá durante todo el pase. El forillo está lleno de referencias a la comparsa que, desde los años 60, viene regalando sus coplas al Carnaval de Cádiz.
Primer pasodoble, a Los Majaras, “Cuéntame papi, ¿de dónde han salido?”, le dice el hijo, de nueve años, al padre. “¿Cómo puedo explicarte que son 50 años regalando coplas, regalando arte?”, le dice el padre, al hijo. La voz de tenor del Lores hace un contrapeso con los agudos de lo más interesante. “Es un legado, no es una comparsa”. “Esto es un privilegio, voy a contarlo en el colegio”. Buena reivindicación majareta. El segundo, con un soniquete que recuerda a comparsas antiguas, casi más de los 90, a una lesbiana de los años 50. Acaban con su felicidad cuando su nieta le presenta a su pareja”Mira mi abuela, esta es mi novia”, le confiesa y la señora dibujó “un arocoíris en su ventana”. Un poco más flojo,
En la tanda de cuplés, la primera letra indica que iban a ir de ratón, pero “un ratón como el Lores no iba a caber por el agujero”. El segundo, al satisfyer, que lo quería “su parienta”. No sabe cómo se utiliza y lo emplea para “envasar al vacío”. De los mejores de este tema escuchados en el Falla. Estribillo cortito y con juego de voces muy al estilo Majara: “Por culpa de dos locos y sus letras yo me enamoré de ti en la orillita de La Caleta”
Llega el popurrí. “Yo estoy majara, ya”. Es un Majara de recuerdos de Carnaval. Es curioso cómo haciéndose un homenaje a ellos mismos pueden hacer un canto tan conseguido de amor indirecto a Cádiz y al Carnaval. Nos dicen que “que hay un Antonio que se llama Pedro”, para hacer unos bellos malentendidos con nombres de autores que “son para volverse majara”. En una cuarteta sacan unos niños (no, por favor) al escenario, para cantarle al “Majara chico” y le piden que canten “con respetos” y que atiendan más a los libros que a los libretos. La parte, con ser bonita, tiene un pequeño resbalón de afinación y vuelve a sonar chillada en un par de ocasiones. “Yo no tengo una comparsa, yo tengo una vida”, rematan en el popurrí, que pone a gran parte del teatro en pie.