Los lugares donde nacen todas las coplas
Llegan al Gran Teatro Falla afinados, coordinados y hasta con
coreografías. Preparados para enfrentarse al veredicto del jurado. Y
del público, que se pone en pie cuando un repertorio lo merece; y desde
el Gallinero surge la guasa gaditana cuando un grupo no tiene la
suficiente presencia sobre el escenario. Para conseguir todos los
factores para que el producto sea, carnavaleramente hablando, un
pelotazo, hacen falta muchos meses de ensayo. Cientos de horas en
locales ajustando voces. Largas noches coordinando movimientos y puesta
en escena. Todo ello nace en el mismo sitio: en los locales de ensayos.
Esos lugares donde nacen las coplas. Donde, de verdad, surge el Carnaval de Cádiz.
Todas las agrupaciones, las 145 adultas que participan en el
Concurso, buscan ese espacio especial donde reunirse, al principio,
tres veces en semana. A partir de octubre, todos los días, y cuando se
aproxima la fecha en la que toca actuar en el Falla, los encuentros se
producen hasta los fines de semana, sábados y domingos.
¿Y dónde se encuentran? ¿En dónde se pone el compás al pasodoble?
¿Dónde surgen las falsetas de los tangos? Por toda la ciudad. Desde las
murallas de San Carlos hasta las de Cortadura, las agrupaciones tienen
su rinconcito.
Concentradas en La Viña
Siempre se ha dicho que el barrio de La Viña es la cuna del
Carnaval. Allí nacen las mejoras coplas y allí nacen los carnavaleros
auténticos. Cierto o no, la verdad es que la mayoría de los grupos
cuentan con un local en esta zona. Curiosamente, en la Caleta, la musa
preferida por tantos copleros.
No podía faltar en los alrededores caleteros la chirigota de
Manolín Gálvez, Los superabuelos, una agrupación viñera. Los que fueran
El código la Viñi toman el tono en el lugar que tanto les inspira. Lo
hacen en el Club Caleta, en el mismo lugar donde también calientan
voces la chirigota A los que se les ve la pluma, y las comparsas Los
partituras y Los trasnochadores (Los Mendas Lerendas).
A pocos metros de la playa, en el colegio Santa Teresa, preparan el
repertorio Una chirigota exagerá. En la calle Rosa, el grupo del Pepón
y del Scapachini, Sin tetas no hay paraíso… ni butaca. ¿Y en qué
local? Pues en el Centro de Día para mayores La Caleta. No cabía otro.
En su colegio, La Salle-Viña, el coro La Jarca de Manué. En La
Mirandilla, Nandi Migueles prepara su regreso al Concurso con El coro
del futuro. El Canijo se desplaza desde Carmona hasta la calle San
José, a la peña Migueli. Allí prepara un nuevo pelotazo con Las niñas
del congelao. Y el tándem de Manolo Santander y Juan Carlos Aragón
ensaya su «fórmula mágica» de Los primerizos en el colegio Josefina
Pascual, en El Olivillo.
En San Carlos
En la zona de la plaza de España, bajo el amparo de La Pepa,
también surgen letras. La chirigota Los ONG toma el compás en la sala
de fiestas El Malecón, en La Punta. La comparsa La ciega lo hace en las
propias murallas de San Carlos, en la sede de la asociación de vecinos.
Las pitorrisas, por arte de magia, aparecen el Salón de belleza El
Tijerita en el colegio Celestino Mutis. Y en el instituto El Náutico,
la comparsa Los calaveras, con música de Romero Bey. Tomando el camino
hacia Extramuros, en los alrededores de Santa María, el flamenco se une
al Carnaval en la misma calle Plocia, donde vela armas la chirigota El
niño de las monjas.
En la calle Suárez de Salazar lo hacen la chirigota No nos la
damos… somos artistas. En la peña Paco Alba, Los robó de cocina
ensayan para poder dar la sorpresa como ya lo hicieran el año pasado
con Los de la carpa. En las bóvedas de Santa Elena afinan sus guitarras
y bandurrias el coro La bien nacida y el nuevo coro femenino,
Tirabuzones. Y en la peña La Perla de Cádiz el sorprendente coro a pie,
El maravilloso mundo de Cadilandia, de Javier Bohórquez y Sevilla
Pecci, ultima sus tangos para repetir el éxito de La calle del Arte.
Con ellos comparten espacio la comparsa Los políticos.
En el centro de la ciudad se encuentra el coro de Faly Pastrana y
Quico Zamora, Los Cañamaque. Ellos han encontrado su lugar en la
casa-palacio de San Agustín. En un espacio muy diferente, en el pub
Cambalache, se preparan Los a la big, a la band…. Este grupo
sorprendió en la edición de este año 2008 del COAC con Los que van como
Cádiz.
Puertatierra
Pero no sólo en el Casco Histórico nace el Carnaval.
Extramuros es también cuna de muchas, y buenas, agrupaciones. La zona
de Segunda Aguada es donde mayor número de grupos se concentran por
metro cuadrado. Y en concreto, en los alrededores de la calle Medina
Sidonia. Hasta tres se reúnen en el Instituto Rafael Alberti. La
chirigota Huele a Ropero, el cuarteto de Gago, Esta boca es mía, y el
coro de Valdés y Guimerá, Los que mueren por la pipa de La Paz… de la
Pepi, de la Juani y de La Pilar.
A pocos metros, en la sede social del grupo de empresa Avante,
ensaya el nuevo cuartero Los piratas del Cadibe. En la calle Trille, en
el centro de Tartessos, ensaya la chirigota Los repartidores de tortas,
y en el colegio de Salesianos, la comparsa de Luis Manuel Rivero, La
factoría. En colegios también preparan su repertorio la chirigota del
Lobe, Cabra y Cornejo, Más p’acá que p’allá. Este grupo lleva más de un
lustro en el colegio San Felipe Neri. Otros que mantienen el local
desde hace años es el coro de Julio Pardo, Juan Lucena y Antonio Rivas,
Cuando yo me pele, en el edificio de los sindicatos.
Próximo a la barriada España engarzan sus cuplés la chirigota Pa un
desvío aquí está el tío, en el mítico Tablao, en la calle Santa María
de la Cabeza. Y en el bar Las Brisas, la chirigota, Cádiz, 3.000 años
de gigas… La comparsa de Joaquín Quiñones ensaya su repertorio en
Extramuros, en el colegio Adolfo de Castro, muy próximo a Puntales,
donde se concentran en la asociación de vecinos la comparsa femenina Al
Aire Libre.
En Cortadura están La chirigota de Vera Luque, La mákina, la
comparsa de Aragón, Los comparsistas se las dan de artistas, o el grupo
de Ángel Subiela y Tovar, Voces.
El Carnaval toma Cádiz por entero. Empiecen su ruta, y disfruten.