La eternidad espera a Tino, Martínez Ares y Santander en una final anticipada
Repasar una por una las agrupaciones que cantarán este miércoles es realizar el listado de una final del Concurso del Falla. Todos reúnen la calidad necesaria para estar el viernes en la gran noche y, salvo una excepción, todos han catado primeros premios en las distintas modalidades. Martínez Ares y Tino Tovar mantenían el pasado año un precioso mano a mano con aroma de los 90 y ahora se encuentran con bríos renovados y la vitalidad de siempre. Luis Rivero aspira a lograr el éxito en coros tras hacerlo en la comparsa, mientras que Manolo Santander y Los Molina demuestran que la chirigota clásica es un valor en alza. ¿Más se puede pedir?
Pues más se puede dar. Para empezar el coro de los Estudiantes, la revelación de la modalidad. Nunca habían estado en esta tercera fase y amenazan con dar un salto hasta la final. ‘La reina de la noche’ recoge el musical de ‘Priscila en el desierto’ para inundar de magia el escenario.
Le sigue la comparsa de Faly Mosquera, ‘Los camballá’, en esta ocasión con la letra del Chato y la música de Tomy el hijo del Alemania. Una fusión que al menos la ha metido de nuevo en semifinales.
Y de tercero, ‘Los Indiana Jones de los callejones’. Kike Remolino siempre se guarda un as en la manga para una mano maestra en el momento decisivo, así que despierta expectación.
A partir de entonces, una final. Tino Tovar tardó en conectar con el aficionado debido al giro radical de su estilo en los últimos años y al acento que incorporó a la interpretación de ‘El ángel de Cádiz’. Tras la sorpresa, una magnífica tanda de pasodobles en cuartos le metía de lleno en la pomada y no se puede descartar para nada.
Un descanso antes de un final de locura. El coro de Luis Rivero se encargará de que todos los asistentes lleguen a tiempo de ver ‘El mayor espectáculo del mundo’, donde ha combinado a la perfección el tango gaditano con la innovación, ya reconocida, en el popurrí. Un cambio de tendencia. Curiosamente, el camino a la inversa toman Los Molina, que se aferran al sabor clásico de su melodía para buscar su segunda final seguida con ‘Pa religión, la mía’.
El final depara emociones fuertes. La comparsa de Martínez Ares ‘La eternidad’ se acerca a la definición de excelencia, de obra maestra, y su complejidad se agradece en cada pase que se descubre algo nuevo. Y la chirigota de Manolo Santander ‘Los de Cádiz norte’ es una firme candidata al olimpo. Por si fuera poco, nada más acabar se escuchará el temido ‘En la ciudad de Cádiz, siendo…’. Y ya nada será igual.