El sol y las coplas brillan en el entorno más genuino del Carnaval de Cádiz
Espectacular jornada para vivir más de cerca un Carnaval cada vez más multitudinario hasta en su festivo local
Ni el calendario laboral ni el calendario escolar que daban luz verde a la rutina más allá de Cortadura sirvieron ayer para frenar el carácter cada vez más multitudinario del Carnaval de Cádiz. Ni siquiera la jornada festiva local del Lunes de Carnaval, donde los de aquí aprovechan para poder escuchar las coplas que el domingo se conviertien en inaccesibles, pudieron cumplir su cometido.
Sin duda alguna, la fiesta gaditana se encuentra en plena ebullición y cada vez hay más público en las calles….y también más agrupaciones. En ocasiones, más grupos que público, tal y como se podía ver ayer pasando por algunas de las principales calles del centro. Ilegales a falta de público, ante tan desmesurada oferta tanto de callejeras como de oficiales, cada vez más aficionadas a este careo de tú a tú.
Por ello, el gran protagonista del día fue la copla. La de los coros, en sus dos carruseles y en sus recorridos alternativos, la de las ilegales, en cualquier esquina, y la de las agrupaciones oficiales del COAC, que aprovecharon la mañana para devolver el cariño recibido durante el mes de concurso.
Todo ello bajo un sol resplandeciente, con temperaturas primaverales y con muchas ganas de fiesta. Una vez más, la Carretera Industrial volvía a sufrir desde primera hora de la mañana los atascos de tráfico propios del Carnaval, aunque quizás con menor intensidad que durante la jornada del Domingo. Salvando este obstáculo, las calles se llenaron de alegría que llegaba de la mano de la chirigota. No obstante, la comparsa acaparó el protagonismo en muchos puntos del casco histórico, reuniendo a miles de personas en cada una de sus actuaciones.
El legado de Aragón
Una de las más buscadas durante la jornada fue la antología de Juan Carlos Aragón, ‘La eterna banda de Capitán Veneno’, que ayer aprovechó la ocasión para hacer sonar el legado del autor en su ciudad. Tras su estreno en el Gran Teatro Falla dejando uno de los momentos mágicos de este año, los aficionados están hambrientos de sus coplas. Por ello, decenas de personas se agolparon en la Plaza de Mina, frente a la puerta del Museo de Cádiz, para seguir en primera fila el repertorio inédito que luce la antología.
Allí se vivieron momentos muy emotivos y también algún roce con los coros, que se sienten molestos con las agrupaciones que interpretan sus coplas en el epicentro de uno de los carruseles programados por la Asociación de Coristas Gaditanos (Ascoga). De hecho, las bateas tienen problemas incluso para seguir su itinerario ante la gran cantidad de personas que se congregan para escuchar a las agrupaciones que usan estas escaleras como escenario improvisado.
Otro de los escenarios improvisados de estos últimos años son las escalerillas de la estatua de Moret, en la Plaza de San Juan de Dios. Por allí, pasaron ayer algunos grupos como la chirigota del Bocu, que demostró su desparpajo una vez más. También acaparó la atención una jornada más el escenario de la Plaza de Candelaria. Por allí pasó durante la jornada de ayer la chirigota de José Antonio Vera Luque, ‘#Los Cadizfornia’, que hizo disfrutar al respetable con un repertorio de cuplés infinitos y que volvió a arrancar los gritos de Campeones de quienes se dieron cita en el tradicional concurso de coplas que organiza la peña La Estrella.
Y de allí, a la calle San Miguel, pasando por la Plaza de las Viudas y acabando en la Plaza del Tío de la Tiza, donde la chirigota del Cascana volvía a despertar el morbo con su irreverente idea y su naturalidad chirigotera.
Y de esquina a esquina, de copla a copla, de modalidad a modalidad, de intérprete a aficionado… fue creándose una simbiosis de sentimientos que se alimentan cada febrero y que sirven de estímulo para el resto del año. Una simbiosis carnavalesca que vive en esta semana su momento de pasión.