El Carnaval despierta con sabor a mar
La Plaza de San Antonio y la calle de la Palma celebraron ayer los actos gastronómicos de la Ostionada y la Erizada, dos encuentros que, junto a la Pestiñada popular de San Francisco, dan el pistoletazo de salida a la fiesta del antifaz. La cita con la coplas era a las 13.00 horas en ambos escenarios, y pese a que la lluvia intentó boicotear los eventos, el cielo aguantó la presión al principio de la jornada. Las colas para degustar los 600 ostiones de la peña El Molino en San Antonio se formaron desde primera hora. La organización repartió el manjar gaditano, cerveza y vino al público desde una carpa habilitada a la izquierda del escenario, que presidía la plaza custodiado por otras dos toldos de menor tamaño a los laterales. Unos rincones que se convirtieron en punto de encuentro de socios, políticos y protagonistas de la fiesta para degustar también el sabroso fruto. La música se hizo con la plaza a la hora prevista y los primeros en acariciarla fueron los componentes del coro ¡Listos los de atrás, listos!, con letra de Ramón Peñalver y Francisco Cárdenas y música de Antonio Martín y José Antonio. Un grupo que aterrizaba en el acto con mucha emoción , ya que este año la entidad dedicaba el encuentro al desaparecido Juan Antonio Lamas. Tras entonar sus dos primeros tangos, el presidente de peña, Antonio Pérez hizo entrega de una placa conmemorativa a Mercedes Lamas, hija del corista. «Para mi familia la Ostionada es un motivo de recuerdo. Estoy segura que mi padre está hoy aquí con nosotros y me da mucha alegría compartir este momento con él», aseguraba emocionada. Un momento de protagonismo que compartió con Manolo Cavanas Carrión, ‘El Ronco’, un componente de la agrupación que lleva más de 20 años acudiendo a la cita de San Antonio y que este año recibe El Molino de oro. «Después de tantos años como carnavalero, que te den este detalle es muy importante», apuntó el condecorado minutos después de recibir el honor. Los segundos en estrenarse sobre las tablas fueron los integrantes del coro juvenil ‘El motor de la música’, cuyo repertorio acompañado la imposición del segundo Molino de oro de la tarde. Rafael Ruiz Martínez fue el afortunado, un colaborador de la peña que lleva muchos años aportando su buen hacer a la fiesta. Así, el tercero en romper el silencio fue el coro ‘La nueva de Cádiz’. La agrupación y las ninfas del Doce regalaron un ratito de baile y cante al público allí congregado.
Un pequeño descanso dio una tregua entonces al arte. Mientras, el cielo amenazaba con mojar la sesión. Y lo hizo. Sobre las 14.30 horas empezó a llover. Gotas de agua que espantaron a algunos aficionados, aunque los más rezagados todavía aguardaban probar su ostión en la cola. Tras el descanso actuaron las niñas de ‘Domingo de Piñata’, voces femeninas que endulzaron el momento. ‘Este coro tiene tela’ y ‘Un mundo aparte’ fueron los últimos en cantar sobre el escenario, ya que el mal tiempo impidió que ‘Teatro Barvariedades’ y los pequeños de ‘Los infantes’ se vistieran de copla en la Ostionada. No obstante, ningún gaditano o foráneo se quedo sin probar este fruto del mar tan típico de la tierra, puesto que la organización dio vía libre para su degustación en los dos toldos que guardaban las tablas antes de poner punto y final al encuentro.
Una Erizada con clase
La otra cara de la moneda de estos actos, teloneros incondicionales del Carnaval, estaba en el barrio de la Viña. Allí, la peña El Erizo suministro más de un millar de erizos a todos los gaditanos que decidieron acudir a la cita. Si el tango fue el protagonista de San Antonio, el cuplé y el recuerdo se llevó el papel principal en el escenario en la calle de la Palma, pese a que hubo algunos cambios en el orden de actuación. Los primeros en entonar sus letras fueron los componentes de la chirigota de Córdoba ‘Producciones cinema Los Pikuekes de Bombay. No se rían de mi cara que otra no hay’, que despertaron las primeras carcajadas en el público. Una primera toma de contacto con el público que siguió la agrupación ‘Denueva en el mercado’ y la chiclanera ‘Los de la APE, Asociación de Picadores Paraos de Cataluña’. Las risas y el buen ambiente acompañaron en todo momento los repertorios , que pese a la lluvia no dejaron de inundar la calle de alegría. Y así, toco el turno para la juventud. Tras la actuación del grupo de Daniel Ilesa, entonó su estribillo el conjunto infantil ‘Los telecadi’, que dieron paso a ‘Los quitamanchas’ de San Fernando. La comparsa de Arcos, ‘Tiempo de títeres’, puso con sus pasodobles el toque serio a la jornada.
Un estreno que precedió al momento culmen de la tarde, la actuación sorpresa de la chirigota del Love, que regaló simpatía en sus cuartetas, siempre acompañadas de los guiños de humor de su integrantes. El conjunto no quiso dejar solo a José Luis Ballesteros ‘El Love’ el día que la peña El Erizo le hacía entrega de su honor máximo. Asimismo, la entidad entregó dos placa conmemorativas, la primera al edil de Fiestas, Vicente Sánchez con motivo del Doce y la segunda a la agrupación, detalle que recogió su director Manuel Cornejo, pluma del grupo. El sonido de ‘Los duros antiguos’ y el taconeo de las ninfas pusieron el broche de oro al acto junto a la antología de Rafael Villa.