El arte callejero no tiene fondo

La chirigota de Cádiz residente en Madrid, nace como parte de una caditerapia  que un puñado de gaditanos (algún madrileño de cuna por ahí también había)  se autoprescriben para anular las distancias entre la capital del reino y la capital del universo, Cadi. Todo empieza con una citación, una cena en el rincón ambateño (otrora bar lola) y un montón de gente de Cádiz que prácticamente  no se conocían  de nada. Con Erasmo Úbera Morón al frente dispuesto a escribirnos las letras y Alfredo Borrego Leo haciendo la música y sin un requisito para entrar en la agrupación más allá que el amor al carnaval,  nace la chirigota «los que seguramente los trajo una racha de viento» (2004). Pese a lo que pensó el jurado del Falla de aquel año, la chirigota se lo pasa de lujo en la calle y sale al año siguiente. Se plantan en Cádiz con «los Georgie dan 2 x cool» y bailan el chiringuito, la de mami qué será lo que tiene el negro y la barbaquiú por tó Cádiz. Vuelven a Madrid con una sonrisa enorme y se ponen a trabajar en el año siguiente. Los ensayos siguen funcionando como caditerapia.  Año 2006, de asesinos en serie, nacen los «comotecojatomato», otro año más de Carnaval de calle y callejón. 2007 fue un año raro y de barbecho, la chirigota va a Cádiz pero cada uno por su lado, se hartan de carnaval  desde la barrera y se conjuran en los callejones con una máxima: «el año que viene salimos. Nos tienen que matar… o que pisar… o que fumigar…». Pese a las complicaciones para ensayar, las distancias, el frío de ida, el frío, frío, frío, frío de vuelta a casa y los controles de alcoholemia que brotan por el foro a sus anchas, la chirigota hace lo imposible y sale este 2008 a la calle con «osvaiai tos al carajo y a mi me la kafka» dispuestos a cucarachear  por todo Cádiz. Siempre con la misma filosofía, amor al carnaval  y búsqueda de un aplauso aunque sea de mentira. En el 2009 repetirán…