Domingo de Carnaval

Qué grande es Cádiz en Carnaval, Aldonzo; qué maravilla de ciudad; cómo es capaz de montar una fiesta sin apenas aportación del Ayuntamiento. Yo tenía una ligera idea de que después del Concurso salían agrupaciones callejeras a cantar por las esquinas; pero no imaginaba que fueran tantas y tan graciosas, Aldonzo; es increíble la capacidad y el ingenio que hay aquí para cantar chistes.
Algunas de las agrupaciones del Concurso también salen a la calle a desgranar sus repertorios por los rincones tranquilitos; y no puedes imaginarte lo distinta que es la dimensión que toman en la calle esas agrupaciones; que si en el Teatro te parecen bonitas, en una esquina te parecen mucho más; y aquellos cuplés que en el Falla se perdieron porque parecieron sosos, en la calle cobran un carácter nuevo y agradecible.
Estuve escuchando en la calle a El último escuadrón y a Los que van como Cádiz, ya sabes, aquéllos que iban de cangrejos de mar y que a ti tanto te gustaron; y qué distinto, amigo mío, escuchar una agrupación sobre el escenario que sentirla a tu lado cantándote cara a cara. Y los coros no te digo na: no he visto en mi vida agrupación musical más original; porque una cosa es leerlo en un folleto y otra muy distinta es ver en vivo un coro cantando tangos; que además de ser una composición con brío y musicalidad, por su ritmo y tempo se presta a la letra seria y a la jocosa; un verdadero encanto, «quillo».
Me cuentan aquí que antes las agrupaciones se circunscribían a la plaza del mercado y a sus alrededores. Lógico, por otra parte; porque desde muy antiguo las agrupaciones cantaban y postulaban; por eso era normal ir a la plaza a cantar, porque allí es donde estaba la gente. Pero afortunadamente ya se han abierto a casi todo el casco antiguo; porque con la cantidad de agrupaciones que hay ya era imposible andar por allí.
Ya sólo falta que el Ayuntamiento se preocupe un poco en cosas tan simples como cortar el tráfico, poner retretes y adornar un poquito las calles; que no se entiende que las agrupaciones se preocupen de adornar el Falla, a la hora de cantar, con esplendidos forillos y el municipio siga con el alumbrado pueblerino.
Tampoco entra en las entendederas que no haya ningún espectáculo para aquéllos a quienes no gustan los coros y chirigotas, que son legión. Aquéllos que disfrutan solamente bebiendo y fumando cuando no tienen algo que llevarse a los ojos. Para ellos, en los sitios más alejados del carrusel (San Antonio, Mentidero, Mina…Se podrían organizar a la misma hora del carrusel, conciertos gratis de grupos baratitos con la única intención de llevarse allí a los que por no gustarles las coplas de carnaval, molestan con su botellón.
Mañana, te contaré como ha ido el lunes, que aquí es fiesta. Un abrazo de tu amigo Quirce.