COAC 2020: Romero, Gipsy y Taka… la risa en todas sus variantes
La chirigota de Sevilla trajo una original propuesta mitad flamenco mitad malo de película
¿Quién canta este miércoles 22 de enero en el Falla? Orden de actuación de la tercera sesión del COAC 2020
La tercera de las sesiones de preliminares del Carnaval de Cádiz sólo dejó una cosa clara: no hay nada claro en este COAC. La comparsa de Iván Romero, que parecía que había perdido un poco de fuelle, ha vuelto con más fuerza. En paralelo, las chirigotas del Taka y los antiguos Daddy Cádiz no han gustado tanto como el año pasado, aunque han dejado destellos de su calidad durante el pase. El resto de la sesión, mero trámite en el que destacó, como cada año, el tesón de los abuelos del centro de mayores de la calle Zaragoza, que volvieron a ganarse al Falla con su desparpajo chirigotero.
Iván Romero se gusta en la comparsa y eso se nota en el resultado. La agrupación, a la que se nota la evolución, ha mantenido su estilo gamberro sin renunciar al lirismo en pasodobles y popurrí. Si mantiene el nivel, dará que hablar este concurso.
Una de las chirigotas más esperadas, tras el éxito el año pasado de los Daddy Cádiz, era la de Sevilla. Volvieron las risas pero se ha notado un ligero paso atrás respecto al año pasado. Tienen el reto, en los siguientes pases, de darle más vueltas a un tipo (mitad flamenco mitad monstruo), que fue la base sobre la que pivotó todo el repertorio.
La comparsa femenina de Alcalá de Guadaira venía al Carnaval de Cádiz con buena voluntad, pero se quedó en eso. Las letras , demasiado directas, iban un punto por debajo de la música. La idea tampoco terminó de cuajar.
El primer coro de este COAC 2020 vino de Ayamonte y no dejó, precisamente, un buen sabor de boca. El uso excesivo de instrumentos generó confusión en la interpretación y, lógicamente, en los espectadores. Los intentos de lucirse no le salieron nada ben, aunque lo peor fue la interpretación del tango.
La chirigota de los mayores de la calle Zaragoza cumplió con su cometido. Pasar un buen rato y hacérselo pasar al público, que estaba rendido con ellos. No buscaron florituras y apostaron por lo simple. La veteranía es un grado de honor para ellos.
La comparsa de Mairena del Alcor estuvo acelerada durante toda la ejecución, pero se notaba que tenía a sus espaldas muchas horas de Carnaval. De hecho, dejó un regusto a Juan Carlos Aragón que no desagradaba en absoluto. Lo peor, los intentos de lucimiento que no salieron bien.
Junto con los sevillanos de Los gipsy scream era una de las atracciones de la noche. La chirigota del Taka no gustó tanto como el año pasado, pero mantuvo intacta su gracia en la interpretación. Sacaron punta a un tipo que ha sido retratado muchas veces, aunque los golpes dejaron un poco fríos a los espectadores.