Catalanes en pie de guerra contra el Carnaval de Cádiz

Medios de comunicación y ciudadanos de Cataluña critican que una chirigota simulara la decapitación de Puigdemont

Se veía venir, que reza el dicho. Fanatismo y Carnaval no casan bien, pues el humor y la sátira hurgan en rincones donde las cosquillas se sienten como pellizcos. En Cádiz, en pleno Concurso del Falla, el asuntó catalán va a ser uno de los protagonistas ya que durante los últimos meses ha copado la actualidad informativa. El ‘procés’ asomará por las coplas y se tocará de diversas maneras: con crítica, con guasa, con respeto y sin él. Y desde el norte ya andan con la escopeta cargada, si permiten esta expresión (también con su puntito de broma).

Varios medios de comunicación catalanes y ciudadanos de esta comunidad autónoma han puesto el grito en las redes sociales, un altavoz que permite que cualquier comentario viaje de forma desmedida por el universo virtual y real. “Una «xirigota» del Carnaval de Cadis es mofa de Puigdemont i el públic en demana la decapitació”, apunta Nació Digital en su web. Directe.cat es aún más duro: “L’odi camuflat en humor: una xirigota de Cadis degolla Puigdemont“.  A rebufo, cientos de comentarios de los indignados, que este miércoles se han preocupado por lo que ocurre en este rincón del sur.

La ‘culpa’ la tiene la chirigota de Chiclana ‘La familia Verdugo’. Estos chirigoteros simulaban durante la interpretación de TODO su repertorio la ejecución de varios reos en el cadalso. Al estilo de ‘Los condenaos’ de Juan Carlos Aragón pero con menos poesía y más poca vergüenza. Durante el popurrí, es decir, en una pieza de minuto y medio, lo que dura una cuarteta, uno de ellos se disfraza de Carles Puigdemont con una peluca y con los sones de la canción de Antonio Orozco ‘pide perdón’. El verdugo, con ‘malahe’, dice que el pueblo debe decidir en votación porque el pueblo siempre lleva la razón. Es democracia. Y el pueblo (el Falla en versión cachondeo) dice que ‘Nooooo’. Ni mijita.

Esto ha levantado ampollas entre algunos catalanes susceptibles. “Se debe poder hacer humor de todo. Reírse de la actualidad política es sano y terapéutico. Relativizar la realidad y poder hacer coña no debe ser algo penado. Eso sí, siempre desde el respeto y la ética moral. Estos límites pueden ser muy anchos y, el humor negro y punzante, también se ha de aceptar. Pero entonces que se acepte por igual partes. Algún catalán imagina un espectáculo de masas en el Principado donde se degollara algún político unionista ¿Cuál sería la reacción?”, señala Directe.cat.

Se preguntan qué ocurriría si en la televisión catalana se hiciera lo mismo con Mariano Rajoy o algún político que defiende la unidad de España. Allí no sé, pero aquí en Cádiz el presidente y toda su corte de ministros fue protagonista de ‘Esto sí que es una chirigota’, que además se llevó el primer premio. Y a Albert Rivera también le dieron fuerte en el primer día de Falla.

Así es el Carnaval de Cádiz. Irreverente. Es su esencia. No sólo roza los límites sino que los traspasa en muchísimas ocasiones. y ¡Ojo! es el primer día. Por eso más vale que se lo tomen con humor, porque si no les espera un mes de miedo. Primero el 155 y luego el Carnaval de Cádiz.

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