Carnaval y memoria
Las horas para el cierre del Carnaval 2010 están contadas. Me gustaría dedicar mis últimas líneas a aquellas coplas valientes que un año más han aclamado la necesidad de seguir recuperando la Memoria Histórica. En esta ocasión el número ha sido bastante inferior a las de 2009 (las cuales fueron recopiladas y editadas en el disco El Carnaval de la Memoria, publicado por Diputación). Aun así, no por eso están más faltas de interés.
La primera fue un pasodoble de la chirigota de Juanlu Cascana, El Candidato (y sus concejales). Pedían que ni un republicano más siga tirado en las cunetas de nuestro país. Agrupación divertida y combativa, como pocas, ni siquiera pasó a cuartos. Hubo que esperar a la siguiente ronda para que unos jóvenes de Cádiz señalaran que los pueblos no deben olvidar su Historia, pues estarán condenados a repetirla. Fue una clara alusión a los que abogan por el olvido de la dictadura fascista. Eran la chirigota Los que mueren por February.
Otra chirigota, esta vez de Écija , aclamaba la exhumación de los restos de Lorca, aunque también la de los nombres de los que mataron. Por último, y aunque ya en semifinales dedicaran un pasodoble a Blas Infante, la comparsa Medio Siglo cantó en plena Final uno de los más comprometidos pasodobles de este año. Creo que el único en solidaridad con el juez Baltasar Garzón de todo el concurso. Antonio Rivas señala, de forma magistral, cómo el Tribunal Supremo permitió investigar dictaduras de otros países. Sin embargo, por intentar investigar la nuestra, se le está intentando sentar en el banquillo.