Cádiz despide el Carnaval con toneladas de solidaridad
Era la última ocasión de sentir, de vibrar, de emocionarse, de disfrutar, de compartir. En definitiva, quedaban las últimas horas para vivir el Carnaval en las calles de Cádiz. Llegaba la cita de los jartibles, ese domingo de Carnaval que hace apenas unos años sólo lo celebraban algunas agrupaciones callejeras a las que una semana de fiesta les había sabido a poco y otras cuantas más que querían saldar su deuda con la intimidad que acompaña a las calles del casco antiguo cualquier domingo del año.
Y con todos estos ingredientes a la vuelta de la esquina, de cualquier esquina de cualquier barrio del centro, Cádiz se ha echado a la calle. Cádiz y gran parte del extranjero, ya que cada vez son más los foráneos que se acercan a la capital para disfrutar de este domingo de resaca de coplas. De hecho, en la Carretera Industrial había al mediodía hasta una docena de autobuses procedentes de distintos puntos de Andalucía.
Sin embargo, en esta ocasión, el Carnaval ha querido decir adiós de otra manera. Lo ha querido hacer transformando sus coplas en kilos de solidaridad. El doloroso adiós de cada febrero ha llegado con coplas que llegan al alma. Con corazones comprometidos, con aficionados entregados, con risas solidarias, con aplausos silenciados por bolsas de esperanza. El Carnaval se ha despedido de su tierra dejando toneladas de kilos de comida para su gente. Con la cultura del pueblo con el pueblo, con el deseo de ayudar al que nadie le garantiza un plato de comida encima de su mesa y con la esperanza de que el próximo año las coplas sólo sirvan para remover la conciencia y no para llenar el estómago.
La Catedral se ha convertido durante casi tres horas en el gran almacén del Banco de Alimentos. Desde las doce y media de la mañana, los voluntarios no han parado de recoger los alimentos que han entregado los componentes de las agrupaciones que han participado en la iniciativa y de los aficionados, algunos de los cuales no solo han entregado alimentos sino también dinero.
En menos de una hora se ha llenado la primera de las furgonetas dispuesta por la organización para esta campaña improvisada para auxiliar la falta de reservas en el Banco de Alimentos, que desde el pasado mes de diciembre ha repartido 250 toneladas de productos entre los más desfavorecidos, según comentaba Luis Ruiz, uno de los encargados de la recogida carnavalesca.
Luis ha asegurado que la colaboración y la participación de la gente ha sido espectacular y alrededor de las dos de la tarde ya se podían contar casi diez toneladas de comida. Una cantidad a la que hay que sumar los 9.000 kilos recogidos en el estadio Ramón de Carranza gracias a la colaboración del Cádiz Club de Fútbol, que también ha querido aportar su granito de arena a la causa.
«En apenas tres días hemos organizado todo. Nos lo comentaron las agrupaciones y empezamos a trabajar. Y aquí estamos contentísimos de poder ayudar y recoger todas estas bolsas que desgraciadamente solo nos permitirán cubrir las necesidades de las familias durante la próxima semana. Por eso, ya estamos organizando otra campaña para abril, esta vez con la ayuda de los supermercados de la provincia», ha apuntado este voluntario sin parar de recibir leche, aceite, cereales infantiles o galletas del numeroso público que se ha acercado hasta la Catedral. Mientras tanto, de fondo resonaban las coplas de ‘Los tragedia’, ‘Que dios nos coja confesá’, ‘los hombres de blanco’, ‘Los cansinos’, ‘Los imprescindibles’, ‘Sin límite’, ‘OBDC Pinocchio’, ‘Los pensionistas se la dan de artistas’, ‘El que entra no sale’, ‘El reino de Don Carnal’ o ‘Los orgullosos’, entre otros muchos conjuntos que han querido formar parte de este festival improvisado.
De hecho, la acogida ha sido tan importante que los voluntarios del Banco de Alimentos prolongaron su actividad hasta pasadas las cuatro de la tarde, cuando abandonaron la zona con una sonrisa de oreja a oreja.
Aunque la solidaridad ha sido la gran triunfadora de la jornada, también han sido otros muchos los jartibles que se han repartido por otros rincones del casco histórico. La esencia de la fiesta se ha resguardado en calles más pequeñas como Armengual, Cruz Verde, Callejones, Arco de Garaicoechea, San Miguel y otros espacios como Correos, Torre Tavira, Oratorio de San Felipe Neri o Plaza del Palillero. Por allí se han dejado ver grupos como ‘Las diógenes’, ‘Alicia en el país de la manzanilla’, ‘Los barbapasta’, ‘Este año no salimos’, ‘Las presas ibéricas’, ‘La escopeta nacional’, ‘Volemos. Los que te dan un buen viaje’, el coro ‘Sé que Samurais por mi katana’, ‘Los del retiro’, ‘Los ninfómanos’, ‘Las Jackies’, ‘Qué fuerte tío’, ‘Trío de Negras’, ‘Las pilares de la tierra’, o ‘Volando voy, volando vengo’, entre otras.
Sin duda, un gran domingo de Carnaval, con toneladas de sonrisas y con coplas que descansarán hasta que febrero las vuelva a sacar del cajón. Comienza otra cuenta atrás.