Buena temperatura ambiente
La noche fue de menos a más y siempre tuvo un carácter templado. Ni fue el hervidero de expectación de veladas como el miércoles, la gran sesión de cuartos, ni tampoco fue tan fría como las peores tandas de esta fase. Dos grandes coros, dos grandes comparsas y un gran cuarteto ayudaron a conseguirlo. No hubo lleno en el Gran Teatro hasta el cuarteto. La gente se fue tomando tiempo para entrar y decidió hacerse notar cuando el Drácula de gran estoque sobrevolaba el escenario. Antes, hubo otro gran momento. La comparsa femenina ‘Las que viven como reinas’ dedicó una letra de pasodoble al papel de la mujer en el Carnaval de Cádiz. Tuvo frases de homenaje y frases críticas. A nadie pasó inadvertido que las ninfas, que apoyan a todos los grupos, se quedaran con los brazos cruzados, quizás como muestra de desacuerdo con la letra. Durante esa interpretación, algunas compañeras de otras agrupaciones femeninas subieron a las tablas para hacer acto de presencia en la reivindicación feminista. Alguna no pudo contener las lágrimas.
El cuarteto prolongó el breve estado de euforia que se vivió anoche en el Falla. El vampiro trajo muchas risas y el que le da vida, Ángel Gago, terminó dentro del foso en el que se pone la prensa, literalmente. Terminó su actuación extasiado, encima de la mesa que está justo delante del escenario. No pudo situarse más cerca del público con el que conectó junto a sus compañeros.
Cuando parecía que el ambiente iba a decaer por el sueño y que los primeros iban a marcharse, apareció ‘Ciudadano zero’ para amarrar a todos a las butacas.