‘Amoscuchá’ regresa mañana al barrio más antiguo de Cádiz
En la primera edición se acercaron un buen puñado de callejeras,
 esas que algunos consideran la esencia de la fiesta, las de las letras
 más desenfadadas y sarcásticas, las que son más aplaudidas por el
 público. La iniciativa tuvo éxito y el segundo año fueron más hasta
 convertirse en toda una seña de identidad. Son muy pocos gaditanos, por
 no decir ninguno, los que no conocen que en El Pópulo se pueden
 escuchar ilegales. El miércoles, una de las jornadas más huérfanas en
 el programa oficial, fue el día elegido y así se estableció como norma
 en ediciones venideras. 
 Pero la dimensión que cobró el despliegue obligaba a buscar alguna
 jornada más. Y se extendió al jueves para alegría de los muchos que se
 acercaban a este enclave señero que ya se quedaba pequeño para albergar
 a tantas ilegales en un sólo día.
Sin embargo en este reino ilegal también hay un hueco, importante,
 para el romancero, que ha adquirido una dimensión inimaginable. Hace
 cuatro años celebraban su concurso casi a escondidas en el Colegio de
 la Salle Viña. Al año siguiente el Colegio de San Rafael se les quedó
 pequeño y, por fin, en 2007 alcanzaron la dignidad que merecen y se
 trasladaron al Falla gracias a la mediación de la Delegación de
 Fiestas. En 2008 volvieron a la casa de los ladrillos coloraos y la
 llenaron de nuevo. El Consejo del Barrio del Pópulo y LA VOZ quisieron
 poner su granito de arena a esta forma tan divertida de entender el
 verso y ampliaron Amoscuchá a los martes durante el pasado año. Fueron
 muchos los romanceros que acudieron a su cita con su ingente legión de
 seguidores. Algunos de ellos, de los que pasaron el jueves por el
 Falla, estarán presente en el serial ilegal que arranca mañana a eso de
 las diez.