Ambiente raro

Cada año, preparados para cantar con la ilegal los primeros cuplés en la calle, siempre me digo lo mismo: «¡Coño, tendríamos que haber hecho un ensayito general para probar ésta o aquella letra!». Ensayos generales que hace años sí hacíamos, pero cada vez nos cuesta mas tener todo el repertorio listo para cantarlo una semana antes del pistoletazo, que para nosotros es el primer domingo de coros. Pero bueno, como he dicho, hace años con más tiempo sí que hacíamos nuestro ensayito general para la familia y amigos, aunque, la verdad, tampoco servía de mucho. Porque el cuplé canalla con el que se reía mi madre resulta que luego cantado en Torre Tavira, te decias: «espera, lo voy a cantá otra vez que ésta gente no la cogío, ¿serán de Cuenca?»; o aquel pasodoble bonito y desafinado con el que tu cuñada pequeña se emocionó y pensabas: «cago en tó, pedazo de poeta soy». Y luego al ejecutarlo el domingo en la Plaza de las Flores y ese público con cara semiextreñida mirándote y tu pensabas: «ya no lo ejecuto más porque me van a ejecutar a mí». Pero en otras ocasiones el repertorio de pe a pa, estaba de categoría; todos los cuplés «grasiosos», popurrí de «carcajá», la gente gritando chirigota,chirigota y, de pronto, mirabas a una esquina y te estaba escuchando tu madre, tu cuñada la del ensayo general, tu vecina, en fin «todos tus». Precisamente éste año, algunos autores y componentes del Carnaval oficial, el del COAC, se han quejado de que el ambiente del teatro estaba raro. Y yo digo que más que raro era «aleatorio» y claro, muchos repertorios han quedado en evidencia cuando las entradas son de dos en dos y con DNI, que es lo que uno se encuentra en la calle, salvo que lleves detrás, o en este caso dentro del Teatro, a «todos tus».