Matando el gusanillo
ACTUACIÓN EN PRELIMINARES DEL CUARTETO MATANDO EL GUSANILLO
VALORACIÓN:REGULAR
Para aupar el nivel de la sesión, y tras dos actuaciones memorables, todas las esperanzas estaban depositadas en la quinta agrupación de la noche de este sábado. Pero las expectativas fueron demasiadas, solo cubiertas, en contadas ocasiones, por algún buen golpe bien traído por estos cuarteteros.
Se abría telón y de nuevo aparecía el Caudillo en escena. Franco ha aparecido estos carnavales tanto como los calvos y la alopecia. Estábamos ante el segundo cuarteto de esta edición basado en la exhumación del dictador. Las comparaciones, sin son con un competidor, además de odiosas son de obligación hacerlas. Y este cuarteto comenzaba su viaje con el ‘Perrichi’ en el pescuezo.
La parodia fue un quiero y no puedo. Siempre bien llevada por el arte de sus protagonistas pero maltratada por un repertorio muy pobre en el arte del humor. Franco, escoltado por dos gusanos, veía la luz después de cuarenta y cuatro años pero caminaba hacia la penumbra. “Yo soy el Caudillo, por la gracia de Dios”, “sí, estuvo Dios muy gracioso ese día”, o “eres más antiguo que peinar al niño con colonia”, fueron algunos de los golpes que ‘salvaron’ la actuación. En los cuplés le cantan a un GPS y a la ‘buena’ mano en la cocina de su mujer. Esto fue la previa de un popurrí que se hizo corto pero que no pedía más recorrido.
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