VALORACIÓN: NO APTO
Como niñas perdidas de Nunca Jamás se presentó la comparsa feminina onubense que cerró la sesión. Correcta en su inicio, la presentación se descontroló por momentos aunque los esfuerzos del grupo surtieron efecto y finalmente, en general, tampoco sonó demasiado mal.
Pasodobles kilométricos para piropear a la Tacita y hacer un alegato contra el machismo atizando duramente a la manada en el giro final. Una prolongada ovación del escaso público que aún permanecía en el teatro premió la pasión de las comparsistas en su defensa de esta segunda letra.
Cuplés simpáticos por encima de la media en la modalidad, a las vueltas que han dado para no pasar por Sevilla camino del Falla y a los hombres con barba y el efecto velcro que se produce al contactar con el vello de cierto lugar.
En el popurrí, que se les hizo largo, volvieron las imprecisiones de la presentación.
FOTOs Pase de preliminares de la comparsa La canción perdida
Actuación de la comparsa La canción perdida