Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos

ACTUACIÓN EN SEMIFINALES DE LA COMPARSA NI LOS BUENOS SON TAN BUENOS, NI LOS MALOS SON TAN MALOS

La agrupación capitaneada por Iván Romero siguió haciendo alarde de su buen gusto y huyendo de toda estridencia en su primera participación en la fase semifinal del Concurso. En el primero pasodoble, expusieron con acierto la situación de tantas abuelas de hoy, que han pasado de la esclavitud de su infancia, trabajando para sus padres a las de su vejez, cuando son esclavas de sus hijos. Defendieron en el segundo la esencia del Carnaval de Cádiz como verdadero Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco, más allá de la distorsión de
la fiesta que supone el turismo de botellón y borrachera. Las intervenciones de Iván Romero siguen teniendo el efecto humorístico deseado y con
ello juega el grupo para dar introducción a las piezas. En el primer cuplé bromean con las repetidas veces que les ha tocado cerrar funciones y todos los inconvenientes que ello conlleva. Eso sí, el próximo viernes lo harían de muy buen gusto. En el segundo, una fiesta gay en el
piso de arriba. Al llegar la Policía, la cosa se desmadra todavía más porque confunden a los agentes con strippers. Para la comparsa, ha sido todo un premio acceder a la tercera fase del Concurso, al penúltimo escalón, y ha cumplido con creces.

FOTOS: Paso por Semifinales de la comparsa Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos

ACTUACIÓN EN CUARTOS DE LA COMPARSA NI LOS BUENOS SON TAN BUENOS, NI LOS MALOS SON TAN MALOS

VALORACIÓN: AHÍ, AHÍ 

Meritoria actuación de los jóvenes comparsistas de Iván Romero Castellón y Nono Galán, que podrían tener alguna opción de colarse en la lista de semifinalistas gracias a un repertorio bastante compensado realzado por las simpáticas parodias intermedias, que no puntúan pero sí hacen mirar a la comparsa con mejores ojos.

Primera letra sencilla, escrita sin gran alarde literario, pero cuyo mensaje caló fácil en el auditorio. Criticaron la rivalidad malsana en el fútbol entre Cádiz y Sevilla y alabaron la actitud del sevillano que ovacionó a la Banda de Rosario en la Semana Santa hispalense o el gaditano que murió con la chirigota de Manué el año pasado. “Quien no entienda que somos almas gemelas, que no pise Nervión ni la Campana, ni el Carranza ni el Falla”. El segundo pasodoble, a los 40 años del Hospital Puerta del Mar, hizo gala de una mayor elaboración en su desarrollo.

La gamberra tanda de cuplés brilló algo por encima de la media en la modalidad. Se hicieron eco de la noticia sobre la profesora despedida por practicar sexo oral a algunos alumnos. Ellos dicen que si hubieran coincidido con ella, todavía estaban estudiando. En el segundo, el niño acapara la tele y solo ven dibujitos. Su mujer tampoco les da vidilla y al final se ven fantaseando con Dora la Exploradora.

Fotos: Pase de Cuartos de la comparsa Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos

Actuación en Cuartos de la comparsa Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos

ACTUACIÓN EN PRELIMINARES DE LA COMPARSA NI LOS BUENOS SON TAN BUENOS, NI LOS MALOS SON TAN MALOS

VALORACIÓN: APTO 

La comparsa acuartetada de Iván Romero y Nono Galán ha vuelto a dar con una idea genial que, más que sumar, multiplica la valoración global del repertorio. Los comparsistas son los ayudantes de un trasunto gamberro de San Pedro, interpretado por un Iván Romero divino, que tiene que decidir dónde irán las almas de los fallecidos, si al “mamaero” (el infierno) o a Punta Cana (el Paraíso). Pero sin maniqueísmos, porque ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos.

Tras la presentación, turno para la parodia introductoria del primer pasodoble. Los ayudantes traen a uno que murió al caerse del balcón mientras colgaba una banderita. El jefe, como era de esperar, lo manda al “mamaero”, porque en los balcones no se ponen banderas, se ponen bombonas de butano.  Y por ahí van los tiros de la primera letra, a los balcones gaditanos, que no tienen patria, bandera ni leyes porque son solo de Cádiz. Buena letra. La segunda es un gran palo al Diario, al que exigen que se borre “de Cádiz” de su nombre porque ha traicionado a la ciudad trasladando a Sevilla su imprenta y dejando a 34 familias en la calle.

En el primer cuplé, simpático, a la casualidad de cantar por segundo año consecutivo el último día y coincidiendo con la comparsa de Faly Mosquera, con toquecito a Enrique Miranda, la mano inocente del sorteo. Más discreto resultó el segundo, a un reloj inteligente que da todos los datos imaginables excepto la hora.

Siguió brillando en su estreno la comparsa durante el ameno popurrí, con el que se ganaron, sin ningún género de dudas, su pasaporte a Punta Cana.

FOTOS: Comparsa Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos