Este año ya nos despedimos
ACTUACIÓN EN CUARTOS DE LA CHIRIGOTA ESTE AÑO YA NOS DESPEDIMOS
VALORACIÓN: ¿ESTO QUÉ HACE AQUÍ?
Pues al final consiguieron darle coba al jurado con los autobuses los chirigoteros roteños. Volvieron a contar con una representación de su hinchada, mucho más reducida eso sí, que les gritó “esto sí que es una chirigota” incluso antes de que empezaran a cantar.
No interpretaron mal los pasodobles, metacarnavalísticos, el primero a la libertad de expresión en el carnaval, al hilo de las críticas recibidas por distintos grupos durante preliminares y a los gaditanos que están fuera escuchando el concurso.
Saltó el twitómetro en el primer cuplé, en el que no saben si un calzoncillo con palomino va en la ropa blanca o la de color. Como diría Íker Jiménez: ¿Casualidad? No lo creo.
Con el popurrí se confirmó que el desconcierto general cuando el jurado los nombró en el primer fallo era más que justificado: estaba claro que la chirigota no aguantaba dos pases. Es lo que tiene dejarse llevar por el aplausómetro.
ACTUACIÓN EN PRELIMINARES DE LA CHIRIGOTA ESTE AÑO YA NOS DESPEDIMOS
VALORACIÓN: APTA LA VISTA
Una despedida de solteros que contó desde la endeble presentación con el exagerado apoyo de una nutrida legión de incondicionales en el teatro. La respuesta a los pretendidos golpes de los chirigoteros fue tan desproporcionada que terminó resultando ridícula.
Exceso de pasión en la interpretación del primer pasodoble, una infantil letra sobre la ilusión de estos jóvenes roteños de cantar en el Falla encajada en una música larguísima que tampoco ayuda. Mejor en intenciones que en ejecución también el segundo, un homenaje a Manolo Cornejo, “gaditano patrimonio de la humanidad” de parte de todos los niños de Andalucía.
Saltó el machistómetro en el primer cuplé, en el que la supuesta gracia es que como hay tantas agrupaciones con presencia femenina en la sesión, se tiene que dar mal la cosa para que esta noche no toquen pelo.
Después de llevarse todo el popurrí haciendo alarde de infidelidades y desprecios a su futura mujer, se ponen tiernos para acabar con una cuarteta sentimentaloide que no, no cuela. Como tampoco la levantada enfervorecida de gran parte del patio de butacas que permaneció convenientemente sentada tras el falso final, esperando al de verdad, que ya conocían de antemano. Hay maneras y maneras de intentar convencer al jurado. Ellos, a falta de repertorio, probaron con autobuses.
FOTOS: ‘Este año ya nos despedimos’ en el COAC del Carnaval de Cádiz 2018