La corte
Luis Manuel Rivero Ramos
En 2015: Cádiz oculto
PASO POR LA FINAL
San Benigno:
Lo del coro de Luis Rivero de este año ha dado muchísimo que hablar. Lo primero, por una calidad indiscutible. La afinación es sorprendente de principio a fin, lo mismo que la puesta en escena, la orquesta, todo. No hay un detalle que se les escape. Ha dado que hablar también porque hay quien sostiene que no suena a Cádiz, a pesar de que lleva uno de sus tangos más clásicos. En cualquier caso, lo que está claro es que lo que hacen hay que valorarlo. Es más que Carnaval, un espectáculo digno de aparecer en cualquier gran musical. Vuelve a salir Cataluña en el primer tango. Hablar de esta tierra es hacerlo de una lugar que dio una oportunidad a sus padres, tierra de emigrantes, es hablar de las Ramblas y del Liceo, del Barça, de Salvador Dalí, de historia, de su gente y de su idioma. Aunque algunos solo generalicen sobre esta tierra hablando de su independencia, ellos se acuerdan de los millones que aman su tierra siendo españoles y que encima aguantan cómo insulta a Cataluña el resto de España. Es una letra con tintes autobiográficos, como explican al principio, puesto que el mismo Rivero nació en Cataluña, donde habían emigrado sus padres. El segundo tango es para su guitarra. Nunca les dejó, es más que un padre. En los grandes momentos, siempre con la familia, porque es un miembro más de ella. Nunca se quejó al ver que pasaba el tiempo, a pesar de que quisieron arrinconarla pasado el tiempo. Ahora que su hijo llora pos su guitarra ellos le cantan este tango, que hace muchos años que se lo debían. Un cuplé para las múltiples actividades escolares que tiene su hijo. El niño está muy preparado, pero después no aprueba ni el recreo. Cuando cantan el estribillo, llenito de compás, les cambia hasta la cara. De Egipto a Cádiz del tirón, sin escalas. Otro cuplé sobre el propio concurso, en el que han ocurrido cosas que no pasaban antes. Por cierto, que este coro nunca ha ganado, por si da tiempo a que haya algún cambio más. No puedo escribir nada más, que el popurrí me ha dejado petrificado.
El Maligno:
Pues después de escuchar cuatro veces el popurrí tengo que decir que es muy bonito, pero me parece que le falta mensaje.
Antonio Muñoz de la Vega
PASO POR SEMIFINALES
San Benigno:
Es escuchar las trompetas del principio de este coro y te dan ganas de ponerte de pie. Pero de ponerte de pie y hacer la estatua, porque aquí no te puedes perder ni un detalle. Todo cuenta, nada sobra. Gastan menos potencia que en los anteriores pases. En el primer tango se preguntan de qué sirven las quejas de que algunos maestros manden mucha tarea, o las quejas de los docentes porque los pequeños no se saben comportar. De qué sirve un AMPA, un claustro y un sindicato, de qué sirven los maestros que se entregan por completo, si no entendemos que todos somos culpables de que un chiquillo llegue al suicidio por el acoso. El segundo tango recuerdan que el 10 de enero comenzó la batalla. Durante un mes entero a golpe de garganta, un derroche de ingenio difícil de igualar. Cuatro semanas en las que se admira lo que en estas tablas con las coplas se eterniza. Algunos aprovechan para volcar sus egos aprovechando su momento para insultar al compañero. Somos responsables de las letras que vendemos.Cuando pasen los Carnavales, a luchar y pelear, siga o no siga este Patronato. Que no nos coja otra vez el tiempo y dentro de un año vuelva el insulto buscando un premio. Letra valiente. En un cuplé dudan sobre qué es más difícil, si el pacto de gobierno o que se den la mano Procopio y Martínez Ares. Otro con maldad para Julio Pardo. Se exhiben en el popurrí. Qué ganas tienen.
El Maligno:
Se le ve el plumero a Luis Rivero. Meten al faraón en el escenario en procesión y no llevan horquilla. Tate, te cogí. El largo el pobre tiene que estar hundido.
PUNTUACIÓN: ****
Antonio Muñoz de la Vega
PASO POR CUARTOS DE FINAL
San Benigno:
Este coro es diferente, se escapa de los cánones del coro clásico para disfrazarlo de espectáculo. Lo hace siempre, y este año da un paso más. El espectáculo visual es impresionante y la afinación, lo mismo. Si encima las letras están a la altura, y lo están, puede que estemos hablando del año de Luis Rivero. La presentación es hipnótica. Y de Egipto a Cádiz para que nos canten el primer tango. El brillo en la mirada retumba en mi memoria, la sonrisa en la cara no la podré olvidar. La emoción de unos padres, los abrazos más sinceros. Melchor y la Estrella de Oriente salen en este coro. Que nadie me venda que los tiempos van cambiando y que es una fiesta impuesta hace muchos años. No me importan tradiciones ni religiones si el fanatismo solo confunde. La bandera del progresismo no puede tapar la esencia, que es la ilusión de tantos niños. Para quien lo quiera pillar. El segundo tango, que reclama medidas contra la violencia machista, dice que hay que cambiar las leyes para ser contundente y que no ocurra más. Hay que luchar de frente para que esta barbarie no derrame más sangre y volverlo a lamentar. Hay que ser efectivos con el objetivo de concienciar contra la muerte. Hay que poner denuncias sin miedo a que te peguen. Pero sin embargo la voz de tantas mujeres se sigue apagando sin que nadie lo remedie. Ellas callan. Para que vuelvan a sonar fuerte solo hay un camino, dar una educación a nuestros hijos que acabe con esa lista de los machistas y los asesinos. Muy bien escrito y muy bien cantado. El primer cuplé para las letras que cantaron ayer la comparsa de Bienvenido y el coro de Nandi, también a los temas de la prensa del día y hasta al retraso de la sesión de esta noche. La gente no se ríe, pero a lo mejor es porque tienen la boca abierta por esta capacidad de reacción. En el otro cuplé los egipcios dicen que su cuerpo es diferente desde que practican running, aunque ellas piensan que su cuerpo es el de siempre pero ahora se viste como un cani. El popurrí es para grabarlo y mandarlo a Broadway.
El Maligno:
El popurrí muy de Cádiz no es la verdad. A lo mejor por eso el público se quedó un poco frío. Bueno no, el público estuvo frío porque tenía mucha malaje.
PUNTUACIÓN: ****
PASO POR PRELIMINARES
Antonio Muñoz de la Vega
San Benigno:
Ya de inicio el coro de Luis Rivero trajo consigo la emoción al Falla, porque Eduardo Bablé hizo los honores para presentar en sala a su coro, aunque este año por motivos de salud ni es el presentador ni canta con la agrupación. Y tras escuchar su voz, salen dos trompetistas para cantar un himno mientras sube el telón. Lo que se ve ya causa un murmullo de admiración, porque la puesta en escena de esta corte, que es la del faraón, es absolutamente espectacular. Y cómo suenan. No deja de asombrar la afinación de este grupo. Cantan, triunfan. Impresionante, les gritan desde el público. La presentación desde luego lo es. A ver si los tangos están a la altura. El primero es para el tango, este tango con el que cantan a Cádiz. Esta ciudad se va a asomando al tango con el vaivén del trío, como se asoma la Alameda al mar. Y va volviéndose reposado como la plata quieta. Con el compás se va haciendo el tango más valiente para luchar un año más en el Falla. Pues sigue sonando bien, sencillo. La segunda letra tiene tintes cofrades. Cádiz está en la mirada del Despojado, escribe su historia con nueve años de vida. Cádiz está en cada obra de caridad que se realiza. Cádiz son mil hermanos que sueñan con Cuaresma y nunca se han quejado por venir de Puertatierra. Encendida defensa de Luis Rivero de su hermandad y de su estilo de carga. Valiente el autor tocando un tema que levantará ampollas. Un cuplé para la marcha de la faraona Teopatra y la llegada del nuevo faraón Kichikamón. Se han dado cuenta de que para un cuplé era mejor la Teo, porque con Kichi no rima nada. El estribillo se vuelve flamenco y llega con él la coreografía. En el otro cuplé concilian y sacan a sus bebés (de juguete). Espectacular el popurrí, como siempre. Lleno de movimiento. El dominio de la musicalidad que tiene este coro, en todas sus vertientes, es difícil de igualar. Geniales.
El Maligno:
¡Ay omá, que no está el largo! Un punto menos. Qué ganas de fastidiarle los cuplés a los demás. El cuplé de la conciliación tiene un tufillo machista preocupante. ¿O es que ellos no concilian? De hecho aquí estoy yo, con mis trillizos sentaditos en la falda mientras escribo. Pues no que me han entrado a mi ganas de comerme un polvorón viendo al coro…
PUNTUACIÓN: ****
Antonio Muñoz de la Vega