Los del puntazo en el coco
Localidad: Cádiz
En 2014: Los destripadores de la calle Londres
Paso por semifinales:
San Benigno: Loco, loco, loquito, loquito, loco. Esto no se pasa así como así, Manolo Santander es la prueba. Sigue loco por el Carnaval. Desde La Caleta vienen estos majaretas con su ritmo vacilón. Hoy le toca a ellos levantar al teatro a las tres de la mañana. Pasodobles de La Viña. Me pidieron que escribiera una letra para el Gobierno en la que reflejara nuestra indignación. Pero como les importa un pimiento daba igual lo que escribiera. En estas tablas se le han dicho perrerías mientras en el palco se reían. Viven en su mundo, para ellos no somos nada. Abusan de la nobleza de este pueblo que no puede ni quejarse. Gritémosle todo el mundo al palco que ya estamos hartos. En el segundo pasodoble dicen que banco es la palabra más odiada en España. Pero hay bancos y banqueros que dan crédito a la vida. Y viendo tanto sufrimiento luchan noche y día para dar sustento a todo el que lo necesita, luchando en un Banco de Alimentos. Le damos las gracias a estos bancos. Nos sumamos a ello, por supuesto. Cuplés a los recortes en sanidad y al gaditano que fue a ‘Adán y Eva’. Esta chirigota tiene un encanto especial. Mucho arte en las tablas.
El Maligno: Los cuplés de esta noche no son los mejores y a estas alturas hay que hilar muy fino…
Puntuación:***
ANTONIO MUÑOZ DE LA VEGA
Paso por cuartos:
San Benigno:Nunca es fácil cerrar una sesión de nueve, pero para la chirigota de Manolito Santander es menos complicado, porque no solo cantan ellos, sino que el público los lleva en volandas. No obstante, ayer tenían otro hándicap más, y es que, aunque a los artistas no se les note en el escenario, cantaban con la pena de la muerte, pocas horas antes, del padre de un componente de la agrupación. Pom poroporopom pom, ya está aquí La Viña. Qué tendrá esa playa de La Caleta, Dios mío de mi alma. El primer pasodoble, a los niños, la alegría de la casa, el futuro que con mimo y cariño hay que cuidar. Pero en España su futuro va al colegio sin poder desayunar. Dos millones de pequeños se crían en la miseria y nadie tiene conciencia ni cojones de evitarlo. Y mientras, nos gastamos millones en aeropuertos donde no va nadie y salvamos a los banqueros. Qué mierda de país es este en que nuestros niños tienen que ser apadrinados. Que sigan con sus mentiras, que cuando se siembran vientos se recogen tempestades. Estos niños serán hombres el día de mañana, con el recuerdo de esta infancia arrebatada. Gran letra. En el segundo pasodoble le cantan a las vueltas que da la vida. Ellos no esperaban que iban a acabar en el paro. Para sentirse útiles hacen eso mal llamado las labores del hogar. El trabajo más ingrato que pueda existir en la tierra, sin horarios, sin descanso, sin nadie que lo agradezca. Lo hacen con cariño, pero no es lo mismo, ni queriendo consiguen esa cosita que le da ella. No saben cómo llenar su casa de olores y sabores que solo consigue ella. Saben que en la casa de todos hay millones de mujeres tan valientes como ella, pero hoy es su día y se lo dedican solo a ella, su norte, su estrella, su vida no sería posible si no es por ella. Cuplés al parecido de Manolo Santander con el señor Miyagi y a los reyes de todo tipo. Vienen locos y a lo grande.
El Maligno: A un chiquillo de Master Chef Junior le quitaron un punto por decir que las chicas estaban genéticamente mejor dotadas para limpiar. Me ha venido a la mente.
Puntuación:***
ANTONIO MUÑOZ DE LA VEGA
Paso por preliminares:
San Benigno: El mítico pasodoble ‘Me han dicho que el amarillo’ da la bienvenida a la chirigota de Manolo Santander, que este año regresa con un tipo de hippy pero de La Caleta. Una comuna de enamorados de la playa viñera, de sus burgaíllos, sus mojarritas y de sus piedras, con Manolo Santander como jefe de esta tribu de locos. Como siempre, geniales los detalles del tipo. Redes para pescar como sombrillas o tapaderas y coladores como collares hacen de sus trajes un tipo y no solo un disfraz. En la presentación dejan claro su puntazo en el coco, con mucho arte. Y la presentación da paso a un pasodoble que musicalmente es una delicia. Se nota la mano de Antonio Martín y su especial forma de componer respetando el clasicismo que caracteriza al barrio de La Viña. Por eso, el primero de los pasodobles no podía ir dedicado a otra cosa. Al pasodoble viñero, a sus compases, a su tres por cuatro, a sus letras alegres y a sus penas. Defienden que éste es el pasodoble de todo Cádiz, porque en tus compases van reflejados los sentimientos de este gaditano. Ahí está la ovación del respetable.
Y si bueno es el pasodoble de presentación, aún más bonito es el segundo, en el que relata sus sentimientos cada Lunes Santo, cuando sale su Cristo de la Palma. No creen en la Semana Santa ni en los milagros, pero sufre cada vez que ve a su pueblo sufrir. Cuando ve a la gente de su barrio en la penitencia, pidiendo esperanza para acabar con sus penurias. Por eso, ese día sí que reza pero por su gente. Ovación a dos letras protagonizadas y dedicadas a Cádiz. Los cuplés mantienen el nivel de los pasodobles. Dos buenas apuestas para marcar el territorio y para advertir que este año la chirigota de Manolo Santander no lo va a poner fácil. Viene a por todas. En la primera letra bromean con la moda de las nuevas tecnologías. Más bueno que el remate final es todo el desarrollo del cuplé. Una gracia detrás de otra, entre ellas, que la madre utiliza la tablet que le ha regalado para darle la vuelta a la tortilla. El segundo, a los bocados del nuevo fichaje del Barcelona, Luis Suárez.
Muy bien defendida la tanda de cuplés con un estribillo corto y contundente: prefieren su puntazo al de Rajoy donde ya tú sabes. El popurrí redondea una brillante actuación. De los mejores que se han cantado hasta el momento. Con cuartetas simpatiquísimas y muy originales. Muy bueno el punto donde hablan de la utilidad del móvil hoy en día. A quienes van con el móvil a todos sitios: a comer, al váter, hasta Juan Carlos Aragón lo utiliza para echar a la gente. La selección musical es extaordinaria, que hacen que el popurrí y las letras lleguen aún más a un patio de butacas entusiasmado. Muy aplaudida también la cuarteta reivindicativa en la que echan a todos, menos a la Pantoja. El teatro los despide en pie y con una gran ovación. Una gran chirigota a la que habrá que estar muy atentos.
El Maligno: La Viña, la Viña, la Viña. Qué pelota, Manolo, ni que fueras del barrio. Porque no lo pareces con esas pintas de chamán..
Puntuación: ****
NURIA AGRAFOJO