UN DÍA CON... TOÑETE QUINTANA

Las mil paradas de su excelencia el embajador de Santoña

Para Antonio Quintana y los 200 paisanos que hacen el mismo viaje, la jornada de actuación es completamente distinta: una mezcla de experiencia turística y encuentro con amigos

Por  2:34 h.

 

Ningún otro grupo, autor ni aficionado vive unas horas previas tan particulares. Para empezar, nadie hace un desplazamiento tan largo. Antonio Quintana -‘ Toñete’ para todos- vivió ayer por segunda vez en su vida la jornada en la que su grupo, la chirigota de Santoña, subía al escenario del Falla. Lo hicieron en 2010 con ‘Los que tiran del carro’ y ayer volvieron con ‘La saga de los Martínez’.

«Nos conformamos con no hacer el ridículo. El año pasado nos trataron con respeto. No pasamos el primer corte, pero por poco». Figura como representante legal, no es letrista ni músico del grupo (Eloy Ortiz y María Ruiz asumen esos papeles) pero se le considera el mayor importador de Carnaval en masa. Lo descubrió hace 20 años. Se infectó.

Empezó a difundirlo en el célebre puerto cántabro. Aquello creció y creció. Primero acaparó cintas, vídeos, luego se llevó a los grupos punteros. Al principio clonaron sus músicas. Más tarde las crearon. Su concurso de murgas goza de buena salud pero ayer, por segunda vez consecutiva a Toñete le tocaba ver a los suyos sobre las tablas del Maracaná del Carnaval.

10 HORAS

Toñete no se despega del móvil desde que se levanta. Este año, la expedición cántabra la acompañan casi 200 personas. Muchas tienen casi siempre algo que preguntar. Tiene a Miguel Ángel Fuertes como anfitrión: «Es regidor en el teatro y en casa, también».

13 HORAS

Quintana lleva varios días en Cádiz. «Soy autónomo y me apaño para reservarme de viernes a martes». En ese tiempo, la experiencia casi turística, el disfrute de la visita y el paseo, se mezcla con el encuentros con amigos. Ha saludado a Martínez Ares, Sánchez Reyes, El Lobe, El Cabra, Selu, Gálvez, los Alcántara… Ayer, el aperitivo fue con El Sheriff. Todos le devuelven el cariño que han recibido en sus visitas a Cantabria. «Soy el embajador de Santoña en Cádiz. En serio». Y ejerce. No deja de saludar, de pararse. De abrazo en abrazo. De La Catedral a Los Pabellones antes de ir a La Viña.

16 HORAS

El almuerzo en la Peña El Quini es el prólogo al vestuario y maquillaje. Allí coincide un centenar de cántabros. Los chirigoteros, los acompañantes, hasta artesanos que vienen para aprender a pintar forillos, como Manolo Castillo y Carlos Prieto: «Aprendemos mucho, a resolver rápido. El otro día alucinamos con el forillo de ‘Los currelantes’».

El almuerzo huele a Norte y pesa lo suyo. Guiso contundente. Los chirigoteros no se impresionan. «Dicen que les impone más la carpa del concurso de Santoña… Esto lo viven como una fiesta», asegura Toñete. Será porque lo es.