Volvieron las colas de nuevo
hasta las puertas del Falla,
como el paro y los bajancias
es tradición gaditana.
La venta por internet
beneficiaba a Carmona
y así El Canijo compraba
al jurado sus poltronas.
Se acabó la corrupción:
dos noches pasando frío
para que en la retransmisión
aquí haya más bulla que en Rio.
A los ladrillos coloraos
llega la cola de los comedores,
la de los últimos desahucios
y la de los acreedores.
Colas para ver belenes
y para ver a Bisbal,
pero nadie en las exposiciones
porque no dan croquetas ya.
Si en Cádiz no cobra nadie
ni tampoco Cádiz paga
con qué dinero han comprado
del concurso las entradas.
Mi primo Antonio el proveedor
que tiene un establecimiento
se acercó hasta allí por si o por no
pagaba sus fiados el ayuntamiento