Una orquesta muy muy potente

El coro de Pastrana y Zamora, un lujo para los oídos

Por  0:00 h.
Con un Teatro lleno a rebosar y ansioso de escuchar coplas, esta
orquesta ha causado impresión por su enorme potencia, su gran calidad y
la calidad de un tango gaditano a más no poder.
Se veía venir, y se sabía, para qué vamos a engañarnos. Un año más, el coro de Fali Pastrana y Kico Zamora ha brillado a un nivel excelente. Voces potentes, afinación perfecta y puesta en escena con director de orquesta incluido, han encadilado a un público que ha disfrutado con unos tangos preciosos, cantados con un gusto exquisito. Una apuesta arriesgada, con la inclusión, cada vez más habitual por otra parte, de instrumentos poco habituales y una entradilla a la ronda de cuplés que ha dejado un tanto desconcertado al público, que no sabía si aplaudir, esperar o callar.
El primer cuplé, dedicado a Fernando Alonso “como no cambies el carácter no vas a llevar ni un coche de caballos”, con un estribillo que va de menos a más. El segundo, para José Luis Moreno. Aquí ya el público se ha arrancado por palmas y ha acompañado a la agrupación durante el estribillo.
El popurrit, en la línea del resto de la actuación: mucha potencia de voces, coreografía vistosa y una afinación portentosa, aunque con pequeños deslices en las sincronías de las voces, acompañados de toques de trompeta, que ayudan a que escuchar este coro se convierta en todo un placer para los sentidos, hasta el punto de hacer estallar en palmas al patio de butacas antes de terminar: “me muero por cantarte, tacita tan hermosa, me muero por amarte, decirte que te quiero…”
Un año más, un gran coro.