El primer día del Concurso se ha desarrollado con normalidad

El Teatro ha registrado una buena entrada, aunque el ambiente ha ido decayendo a medida que avanzaba la sesión

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Una primera jornada que deja diferentes sabores.

Muchas eran las dudas que se cernían sobre la respuesta del público en la primera sesión, debido a la coincidencia en el calendario con fiestas de tanto tirón como la Erizada y la Ostionada. Sin embargo, el Falla presentaba un aspecto bastante aceptable minutos antes de que el coro Papelandia levantara el telón.
Respecto al nivel de las agrupaciones, no ha estado mal del todo. Agradables sorpresa la de la comparsa La escuela del Carnaval, que viene de ganar en juveniles y que ha defendido su repertorio con frescura y calidad. Del mismo modo, la chirigota Los Chocantes, llegada de Sevilla, ha resultado ser una agrupación muy simpática, trabajada y con más de un buen golpe. Además, ocurra lo que ocurra, quedará en su haber que su estribillo ha sido el primero cantado por el público del Falla al unísono.
Igualmente ha resultado muy positiva la representación de la chirigota Los de la carpa, que siguen en su línea ascendente y ha cautivado al público del teatro. Ojo porque podemos encontrarnos ante una de las sorpresas gordas, si consiguen mantener el nivel exhibido. Además, tienen entre sus méritos haber conseguido una implicación total del público, que estaba bastante parado después de la actuación de la comparsa de Úbeda Las Afortunadas, que fueron lo más flojo de la primera parte.
Aunque el plato fuerte de la noche, sin duda, llegó con la actuación de la comparsa de Quiñones y el Noly, El mercado de las maravillas. Voces prodigiosas (quizás un poco menos que otros años aunque Ramoni se basta y se sobra él solo) y un gran nivel, aunque da la impresión de que está este año un peldaño por debajo de lo que viene siendo en los últimos tiempos. En cualquier caso, un gran grupo.
Tras el descanso, excesivamente breve, posiblemente por el retraso que se ha ido acumulando, el nivel general ha decaído bastante, siendo lo más resaltable, sin duda, la actuación de la comparsa El último escuadrón, llena de veteranos y que ha causado una impresión magnífica, demostrando que nada tiene que envidiar a los mejores.
Otra comparsa, Los de la calle, con música de Jesús Monje, abrió la segunda parte y se dejó escuchar, aunque se esperaba más de ellos. Las tres chirigotas y la comparsa restantes, han representado sus repertorios con dignidad, pero sin argumentos de peso para aspirar a algo.
Aceptable balance para una primera sesión que ha terminado muy tarde, pasadas las 3 de la mañana, acumulando un buen retraso. Teniendo en cuenta que la mayoría de las funciones se desarrollan en días laborables, habrá que tomar medidas contundentes si no se quiere que las últimas agrupaciones, como ha ocurrido hoy, actúen con el Falla prácticamente vacío. Son muchos los meses de ensayo y de sacrificio para acabar cantando delante de menos gente de la que acude a un ensayo general.
Mañana más.

Chirigota Punto de venta móvil orange

Y para terminar esta primera función, una chirigota de Puerto Real que ha tenido la doble mala suerte de cantar el primer día y en el último lugar, ante un teatro ya casi vacío, en el que tan sólo permanecen unos pocos de incondicionales, los profesionales y los acompañantes de la agrupación.
Con ganas de agradar pero con poquitos recursos tanto vocales como de repertorio, han cubierto el trámite con dignidad, aunque sin nada que merezca la pena destacar demasiado.
Quizás lo más ingenioso de esta chirigota sea el tipo en sí, sobre todo por la bolsa de naranjas que lleva cada componente y el doble sentido del nombre, ya que se refiere a vendedores de naranja de los que se ponen en las carreteras.
Con todas sus limitaciones, al menos en esta ocasión la falta de recursos y de ingenio no se ha querido suplir como en otros casos, con chabacanería y grosería.

Comparsa El último escuadrón

Cuando ya parecía imposible y por méritos propios, la comparsa El último escuadrón, un grupo de veteranos que han pasado por los mejores grupos de Cádiz, ha conseguido poner en pie al patio de butacas y cosechar enormes ovaciones e incluso vítores de los asistentes.
Comparsa de mucho talento, fuerza, garra, experiencia (no como grupo pero sí en sus componentes) y no sé cuántas virtudes más, ha gustado mucho y no ha decepcionado a quienes aseguraban que la agrupación de José Antonio Cheza podía ser una de las sorpresas agradables de este año.
Las letras comprometidas de sus pasodobles, sobre todo el segundo, dedicado a los padres que maltratan a sus hijos, han calado hondo en la afición. Los cuplés, cortos y correctos, al igual que el estribillo, que también dura poco pero transmite mucha fuerza y tipicismo.
El popurrit, muy bien defendido y perfectamente asociado al tipo, ya que representan a los últimos defensores de un Cádiz semidestruido, y esa batalla es la que se narra en el popurrit.
Una comparsa que ha dejado un excelente sabor de boca y que a buen seguro, y si son capaces de mantener el nivel, se va a medir de tú a tú con las más grandes.

Chirigota Chiclana puede esperar

Cuando faltan algunos minutos para las dos de la mañana, ha comenzado su interpretación esta chirigota con letra de Manuel Valero y José Castellón. Ataviados con vestimentas de ancianos que se resignan a envejecer, esta chirigota de veteranos ha interpretado un pasodoble de presentación en el que aseguran que Cádiz es lo que les mantiene jóvenes. Un poco justos de voces y sin otra pretensión que la de divertirse y disfrutar de las tablas del coliseo gaditano, están interpretando su repertorio con simpatía. Se nota en ellos que actúan con la relajación propia del que no espera nada más que el agradecimiento del público. En el segundo pasodoble, piropean a su barrio y sus cosas, en una letra con encanto, pero cuya interpretación no ha sido excesivamente brillante por varios motivos.
El popurrit ha sido la parte más destacada de su actuación, aunque más que por la letra por la implicación de los miembros de la chirigota y sus salidas espontáneas, que han despertado por momentos al público del letargo en el que lleva sumido toda la segunda parte de la jornada.
De todos modos, está bien que haya gente, de cierta edad, que se animen a cumplir su ilusión de estar en el Falla, y que lo hagan para pasar un buen rato, sin otro fin. Dentro de unos límites, es una filosofía digna de agradecimiento, en unos tiempos que la competitividad ha llegado a niveles que en ocasiones desvirtúan la fiesta.

Comparsa El sombrero loco

Ahora le llega el turno a esta comparsa cordobesa, que obtuvo el año pasado el segundo premio en el certamen de la ciudad califal. Buena afinación, voces conjuntadas, música llevadera… pero quizás no es el estilo de comparsa al que estamos acostumbrados aquí. Le falta un poco de empatía con el público de Cádiz que, por qué no decirlo, no mide con el mismo baremo a las agrupaciones locales que a la que nos visitan. Precisamente si otros grupos de la noche han abusado del tenor y el contralto, en esta ocasión El Sobrerero Loco peca por defecto. En Cádiz estamos acostumbrados a que exista una voz que destaque por encima de los demás y que suele ser la que provoca mayores reconocimientos. En cambio, este grupo canta con demasiada uniformidad. No digo que no sea una buena agrupación, para gustos los colores. Pero no es el estilo que suele gustar aquí.
Por lo demás, poco que decir, excepto que el tipo, coronado por un enorme sombrero, es bastante llamativo, y que es de agradecer que los componentes se hayan entregado como lo han hecho, teniendo en cuenta que el público, como dije antes, no les ha respondido en la misma medida.

Chirigota La última cena

La chirigota del Sauco y el Puyana regresa al Falla renovada y con muchas ganas de agradar. Críticos con la gestión de la alcadesa en sus pasodobles y con un tono ácido en pasodobles y cuplés, la agrupación ha causado buena impresión, aunque le falta todavía bastante para estar entre las mejores. De todos modos, es una chirigota típica de Cádiz, con desparpajo, insolencia e implicación con el público, en la que figuran chirigoteros añejos ya, a pesar de no contar con gran edad.
Ataviados como comensales de una mesa de fin de año, en la que no faltan las uvas, la criada, la suegra ni el abuelo, despliegan toda una gama de pequeñas parodias que contribuyen en buena medida a amenizar su actuación.
Antes del popurrit, que se hace un poco largo y algo aburrido, en la tanda de cuplés, sobre todo con los estribillos, se ha visto mayor sintonía con el público, que repito que no ha vuelto a ser el mismo después del intermedio y tampoco ha ayudado excesivamente al grupo, lo que también ha podido perjudicar en cierto modo a la chirigota. No obstante, La Última Cena ha conseguido su objetivo de agradar, pasar un buen rato y hacérselo pasar al público, aunque lo van a tener bastante difícil para llegar lejos si el nivel del Concurso sigue en parámetros similares al de otros años.

Comparsa Los de la calle

Vuelve Jesús Monje al Falla con esta comparsa del Puerto de Santa María. El comienzo de la interpretación del repertorio ha sido recibido con algo de frialdad por el público, quizás porque debido a la escasa duración del descanso, buena parte del mismo todavía no había ocupado sus asientos.
De la actuación ha destacado la música, melódica como siempre con este autor, aunque los pasodobles siguen siendo excesivamente largos y algo lentos, aunque no por ello menos interesantes. Los cuplés, algo faltos de ingenio, pero es de suponer que guardan lo mejor para una hipotética semifinal.
De afinación y voces no ha estado mal, aunque sí que es cierto que por momentos ha costado un poco comprender las frases, quizás por los cambios de tono que la compleja melodía de Monje requiere.
Aceptable, en cualquier caso, la primera actuación de esta agrupación portuense.

El descanso, bastante corto por cierto, ha provocado que abandonen el teatro bastantes personas, que seguramente habrían venido a la espera de ver a la comparsa que ha cerrado la primera parte. Sin embargo, el ambigú, lugar de confidencias, besos y abrazos (alguno de ellos con puñalada trapera incluida), ha comenzado ya a desempeñar su clásico papel de mentidero de comentarios, e incluso se han escuchado las primeras cábalas.

Comparsa El mercado de las maravillas

La agrupación de Quiñones y el Noly, El Mercado de las Maravillas, ha cerrado de manera excepcional la primera parte de la sesión. Lógicamente, una de las comparsas más esperadas, ha vuelto a demostrar que su gran número de seguidores hacen justicia. Vestidos de mercaderes de la edad media, desde los primeros acordes hemos asistido a una demostración de cómo se canta en Cádiz. Impresionantes voces, melodía maravillosa (made in Noly) y excelentes letras.
El primer pasodoble, de presentación, una delicia para los oídos y espectaculares las subidas finales del Caracol y ese monstruo de la naturaleza que se llama Ramoni, perfectamente acompasados con el resto del grupo. El segundo, homenaje a las víctimas del pesquero barbateño hundido, el Nueva Pepita Aurora, a la vez que un reproche a la providencia por no haberlos protegidos.
Los cuplés, en su línea, con mención especial para el segundo, con un final sorprendente, actual y muy acertado. El estribillo, otro prodigio que levanta al público.
EL popurrit comienza con un punteado típicamente medieval y continúa explicando el tipo y la razón de que estén interpretando aquí. Al poco de comenzar la letra, parece que ha habido un pequeño error de sincronización entre las diferentes partes del grupo, aunque ésta es la única pega que se le puede poner a una actuación soberbia.
Si esto nos lo han dado en preliminares, ¿Qué nos tendrán preparado para semifinales?.
El público, entusiasmado y en pie.

Chirigota Los de la carpa

La chirigota Los de la Carpa ha sido recibida por el público con entusiasmo. Chirigota pura de Cádiz, muy metidos en su tipo de feriantes circenses, desde la presentación ha encandilado a la afición, que a pesar del aceptable nivel mostrado por el resto de las agrupaciones, estaba esperando algo como esto.
El primer pasodoble dedicado a las siete maravillas de Cádiz: “para la tercera maravilla, ver una recogida del Nazareno”. Letra seria de piropo a Cádiz, que termina con un tres por cuatro de lo más típico y encumbrando la figura de la madre. El público ovaciona largamente la letra y toca palmas acompañando el movimiento de tipo de la agrupación.
La segunda letra, dedicada al que denominan “circo de las elecciones”, y que es muy crítica. Lo que no se puede negar es que estamos ante una agrupación gaditana a rabiar, y que las letras están muy bien implicadas con el tipo. El público obliga a demorar la interpretación de los cuplés con sus comentarios y bromas.
El primer cuplé dedicado a Teófila, por “acabar” con las tradiciones. Estribillo pegadizo y el público que sigue entusiasmado con la chirigota, que puede ser una de las grandes revelaciones del concurso.
El popurrit, en la misma línea que el resto del repertorio, con todos los componentes muy metidos en el tipo durante todo el tiempo y dando lugar a la participación del público con “paradiñas” que provocan ovaciones.
Al final de su actuación, la chirigota saluda y agradece al público, que aplaude encendidamente, su apoyo, y el telón baja mientras siguen haciendo tipo.

Comparsa Las afortunadas

Esta comparsa venida de Jaén está siendo, de momento, lo más flojo de la noche. Abusan del contralto y aunque ponen voluntad, se quedan un poco cortas de letra y de música; aunque quizás la afinación sea su mayor virtud. No es problema de falta de voces, sino más bien de conjunción y combinación de las mismas el que hace que no termine de sonar bien del todo.
El primer pasodoble, dedicado a Úbeda, ha recibido una tímida acogida por parte del respetable. El segundo, dedicado a las Islas Canarias, que inspiran su tipo. Los cuplés han sonado simpáticos, el primero dedicado a la cercanía entre navidad y carnavales; en el segundo, un poquito subidito de tono, en un juego de palabras con el plátano canario y Amor, concursante de Gran Hermano (ya se pueden imaginar la metáfora). No se les puede negar que la entrega en el popurrit ha sido absoluta.
Con todos sus defectos, es un buen grupo éste de Úbeda, y si pulieran pequeños detalles que se repiten año tras año, podrían mirar algo más arriba de lo que hasta ahora han podido.

Chirigota Los chocantes

La chirigota Los Chocantes, llegada de Sevilla, se ha convertido en la primera agrupación de fuera de la provincia en actuar en el recién estrenado concurso. Ataviados con la vestimenta de los muñecos de prueba de seguridad de los coches, han interpretado su repertorio con gracia y una aceptable combinación de voces.
Música de Georgie Dance para la presentación, rápida, rítmica y muy aplaudida. El primer pasodoble, una declaración de intenciones y de amor a la fiesta: “me sobran rutas de navegador, siguiendo tus sones, mi dirección está decidida”. El segundo, un homenaje al preservativo, pero en tono solemne, destacando las virtudes de su uso y defendiendo la demostración física del amor, pero con seguridad.
Los cuplés, dedicados a la mala racha de su economía: “tengo más hambre que el tamagochi de un niño sordo”; el segundo, un chiste sobre su tipo y los golpes que se llevan. El estribillo, muy pegadizo, ha sido el primero en (valga la redundancia) ser coreado por el público. “pom pom pom, los muertos del hormigón”
El popurrit ha flojeado un poco más, pero lo han compensado con su buena interpretación del tipo.

Comparsa La escuela de carnaval

La comparsa La Escuela de Carnaval acaba de interpretar su presentación. Muy bien en voces, afinación y un ritmo fresco y chirigotero, tanto en el ritmo como en el tipo, ya que van vestidos de algo parecido a unos “cerebritos”, con gafas grandes, enormes bolígrafos y cuadernos de notas.
Los pasodobles, magnífico en voces y en la defensa que han hecho de la letra. Se les ve con confianza y con un estilo muy clásico, a la vez que moderno y fresco. Buen trabajo de Luis Manuel Serrano, autor de la letra, y del grupo en general.
Los cuplés, en la misma línea, con un estribillo pegadizo y a caballo entre la chirigota y la comparsa. Salvando las distancias temporales, estéticas, vocales y con todas las precauciones del mundo, se puede decir que se trata de una agrupación que sigue la línea iniciada a mediados de los 70 por Paco Alba con Los Belloteros.
El popurrit, aun conservando esa frescura de la que hablábamos antes, tiene un tono más sobrio y más comparsero que el resto del repertorio. En cualquier caso, muy bien interpretado por este grupo que parece tener un referente reciente en aquellas comparsas de Tino Tovar, en su etapa de El Cielo de Cai, la Botica, etc.

Arranca el concurso. Coro papelandia.

El coro mixto de San Fernando ha comenzado a interpretar su repertorio minutos antes de las 21 horas, con casi 30 minutos de retraso. Ha llamado la atención entre los espectadores su presentación, por las similitudes que guarda con un tango. De los tangos en sí, ha destacado el segundo, dedicado a Fermín Salvochea, y en el que la agrupación ha destacado el amor por Cádiz del regidor. Buena afinación (excepto algunos detallitos concretos) y voces armonizadas en todo el repertorio, incluyendo un popurrit muy ameno y dinámico, con auténtico sonido carnavalero.

El público, de momento, está algo frío, pero es lo malo de abrir el Concurso. En cualquier caso, la acogida no puede decirse que haya sido mala, ni mucho menos, aunque quizás merecían algo más de reconocimiento, a tenor de lo escuchado.