Moisés separará los adoquines de la calle

El conflicto de los alcorques se solucionará «de milagro». El personaje bíblico, como abrió el Mar Rojo, abrirá una regola gigante para que el Santísimo no tenga que desviarse por la izquierda

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Según
reveló ayer el teólogo de la circulación, el franciscano Arcadio
Melanini, el código de circulación para procesiones y manifestaciones
regiliosas de un solo carril (Circulatio Domini Vaticana) establece
claramente en el artículo 42 que «los Santísimos de las procesiones del
Corpus sólo podrán circular por el centro» por lo que estima que la
inclusión de árboles en la calle Nueva violaría claramente esta
prescripción por lo que podría intervenir incluso la guardia suiza,
generándose así un grave conflicto de competencias por ver quien tiene
más autoridad en la calle Nueva, los suizos o los policias locales de
Cádiz.

Este informe pericial, y la amenaza de un grupo de
cofrades de organizar un septenario a las puertas del Ayuntamiento, ha
sido fundamental para hacer cambiar de postura al Ayuntamiento.

Fuentes del PP señalaron que la «importancia del
problema suscitado y el riesgo para el Santísimo de circular por la
izquierda pudiéndose encontrar a personajes antiespañoles» ha hecho que
se intervenga en las más altas instancias.

Fue el propio Mariano Rajoy, que es muy mariano por
cierto y devoto de la Humildad y Paciencia, el que se comprometió a
intervenir. Fue este el verdadero objetivo de la reciente visita que
hizo Rajoy al Papa donde se trató en secreto este tema. Rajoy sabiendo
que al pontífice le gusta el Carnaval, como todo el mundo sabe se
disfrazó de Guardia Civil hace unas semanas, le llevó a Razingert un
compandi de la chirigota Cádiz no tiene cura, mientras que el papa le
regaló al lider centrista (quillo, no reirse) una de sus bufandas del
Cádiz, firmada por el jurídico de la entidad, Martín José García. Rajoy
no se andó por las ramas y pidió al Papa la intervención divina para
solucionar «un problema fundamental para el desarrollo de la ciudad».

Al parecer Razinger hizo varias llamadas y le dijo a
Mariano «Santísimi Cadichi, camini operto» al tiempo que le comentó en
perfecto idioma patrio que quería venir a Cádiz en agosto para comerse
una caballa con piriñaca en la plaza Pinto.

A los pocos días Rajoy recibió una llamada del
Vaticano en la que el secretario de Estado de Hechos Realmente
Milagrosos, Monseñor Strombolini, le comunicaba que se había alcanzado
una solución «de milagro» y le anunció que el gran Moisés de la Biblia
acudiría a Cádiz para la procesión del Corpus con su famoso báculo que
alzaría en plena plaza de San Juan de Dios y dirigiéndolo hacia los
adoquines de la calle Nueva lanzaría un rayo, azul por supuesto, que
abriría una santa regola de cuatro metros de ancho a lo largo de toda
la calle separando árboles y farolas y permitiendo el paso de la
procesión.

Una vez pasado todo el cortejo, incluida la
representación de los ejercitos de España, Moisés bajaría el báculo y
la calle volvería a su estado natural. El Vaticano señaló además que no
cobraría nada por el milagro y que, en todo caso, le mandarán un
poquito de paté de cabracho del Faro, que le gusta mucho. La propuesta
fue presentada al equipo de gobieno municipal donde generó algunas
dudas en el concejal José Blas Fernández quien quizo saber si Moises
tendría que pedir licencia de obra menor para hacer el milagro y si al
tratarse de intervención divina oficial, se le declararía exento de
tasas.

Fernández dijo que «quiero tener todos los papeles en
regla porque después vendrá Román a poner problemas y a decir que el
milagro es ilegal».

Una vez conseguido el visto bueno municipal fue el
propio Rajoy el que le trajo al Ayuntamiento de Cádiz la carta del
Vaticano anunciando la solución «de milagro» y una copia del papiro de
identidad de Moises para que este no tenga problemas en Cádiz y fuera o
fuese a ser detenido por inmigrante ilegal.

Este fue el motivo de la visita de Rajoy a Cádiz el
pasado martes y no la recogida de firmas contra el estatut, que fue una
tapadera para solucionar uno de los problemas de Cádiz más importante
en el último medio siglo, según reconocieron varios analistas locales.

El PP montó el cachondeo de la plaza de las Flores
para que no se levantaran sospechas pero Teófila Martínez y el
dirigente centrista (otra vez, quillo, no reirse) mantuvieron un
encuentro secretísimo en el confesionario de la Iglesia de San Juan de
Dio.

Fuentes municipales de solvencia señalaron que
esperan que los capillitas gaditanos, que están muy compungidos, se
muestren receptivos a esta solución «de milagro».

Al parecer la cofradía de La Palma ha presentado una
sugerencia al Ayuntamiento para que Moisés vaya acompañado en su
milagro por la Virgen de la Palma ya que esta también está
especializada en paralizaciones de aguas y podría ser de utilidad en
caso de que se rompiera alguna tubería al abrirse la santa regola.

Las mayores reticencias parecen estar en la cofradía
del Silencio ya que temen que el Cristo pueda tropezar con los árboles
de la calle Nueva durante la Semana Santa. Rajoy se mostró contundente
con este tema: «Mira como el Silencio sale a oscuras y tarde poque el
Cristo salga acostao y así pasa sin problemas”…Creo que he pecado.