Las cosas del Gafa

Plagio sin sentido (y consentido)

De las dos situaciones siguientes, solo una es ficticia...

Por  10:41 h.

De las dos situaciones siguientes, solo una es ficticia. Primera situación. Una de las comparsas más esperadas del año está a punto de interpretar su primer pasodoble. Entre gritos histéricos se va abriendo paso un rasgueo de guitarra. Ya están sonando los pitos. Se hace el silencio. Es como si el Falla mismo contuviera la respiración en ese momento mágico de anticipación que precede a la primera letra. Las voces empiezan a contar lo que el poeta les dictó: “Carmela/ con su bolso de piel marrón/ y sus zapatos de tacón/ y su vestido de domingo…” Los versos van calando de muy diversa manera en el palco platea número 15. Las lágrimas ya enturbian la mirada de Paco, que se emociona profundamente ante el lirismo de su idolatrado autor. Sin embargo, Diego se revuelve incómodo en su butaca. Algo no le acaba de convencer. Tiene la sensación de que esto ya lo ha escuchado antes. Cuando el pasodoble concluye (“Carmela/ uno tras otro los ve pasar/ mira sus caras, les oye hablar/ para ella son muñecos”) el público salta de sus asientos como un resorte y aplaude enfervorecido. “¡Qué barbaridad, chiquillo! ¡Cómo escribe Zutanito! ¡Qué cosa más bien dicha! “ exclama Paco todavía con un nudo en la garganta. Diego en cambio se siente profundamente defraudado. El comparsista de sus desvelos ha plagiado una canción de Joan Manuel Serrat. Ha metido la letra de Penélope en un pasodoble, tal cual. “Paco, que esto es copiado. Que lo escribió el cantautor catalán. Que solo han cambiado el nombre de la protagonista” le dice a su compañero de palco. “Qué más da, Diego, lo importante es que es preciosa la historia y que me ha emocionado. Y cómo lo ha cantado el grupo, cómo interpretan… Esto es un uno”.
Segunda situación. Está actuando uno de los cuartetos más esperados del concurso. Paco, como el resto del público, se muere de risa. El resto del público menos Diego. No sale de su asombro cuando empieza a reconocer los golpes de los cuarteteros. «¡Son chistes del twitter! ¿Pero esto qué es, Paco? ¡Es todo copiado de Internet! ¿Dónde ha quedado el ingenio del cuarteto gaditano?» le espeta indignado a su vecino de palco. «Qué más da, Diego, lo importante es que hacen reír. Y el arte que tienen, cómo interpretan…Esto es un uno»