OPINIÓN

LAS NORMAS

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Bochornoso, ridículo,  esperpéntico. En Cádiz hemos vuelto a hacer el payaso en el peor de los sentidos, transmitiendo a toda Andalucía la imagen chabacana de quien actúa a golpe de improvisación. Este pueblo, escaso de espectáculos y ceremonias de cierta magnitud, tiene en sus manos el concurso de agrupaciones carnavalescas más importantes del país (menos mal que no son unas Olimpiadas o un Mundial de Fútbol). Acuden numerosos grupos de toda la región y otros llegados desde diversos puntos de España. Lo siguen por radio, TV e internet aficionados de todo el mundo. Pero sus máximos responsables, en este caso el Patronato por dejadez del Ayuntamiento, no se lo toma en serio. Total, esto es Carnaval.

¿Cómo se pueden elaborar reglamentos si no hay posibilidad de controlar esas normas? ¿Con qué cara se le pide a las partes afectadas que denuncien y demuestren con pruebas que otro grupo ha incumplido la ley? Esta incitación al ‘chivateo’ es repugnante, emponzoñando la deportividad en el concurso y dejando a todos los denunciantes como malos perdedores. Además, se produce un agravio con respecto al control del tiempo de montaje y de interpretación, que lógicamente no depende de los grupos ‘rivales’ sino de un secretario con un cronómetro. Y es que si no hay policía que controle, lamentablemente, no se podrá cumplir esa norma, y por ende es mejor no redactarla.

Una imagen: la comparsa ‘Los molto contenti’ sobre el escenario, los vocales del Jurado cruzados de brazos sin puntuar y los periodistas sabiendo que nada más acabar la función iban a descalificarla. ¿Realmente es serio? ¿Por qué no se cerró el telón, y sí se hizo con la comparsa de Los Molares? El coro ‘Mon amour’ sabe desde ese martes, y canta hoy, que iba a correr la misma suerte en cuanto cayeran las cortinas. Para colmo, con el temor de recibir los abucheos de aquellos coros que podrían haber ocupado su plaza en cuartos. ¿Era necesario ese espectáculo?

Ahora, se estudia si le quitan la fianza a estas dos agrupaciones y  le privan de los derechos de imagen.¿Se estudia? ¿Se elabora una ley y no se estipula una sanción? Asombroso. El Jurado dice que no cuenta con los órganos suficientes para hacer cumplir la norma, y que le ven muchas lagunas al reglamento, pero su deber era haber previsto este ridículo protagonizado por el Patronato. Muchas preguntas sin respuestas. Una que sí  la tiene. ¿Se puede hacer peor?