Han venido al revés que el indiano, presumiendo de allá. Al revés de aquellos jándalos que exageraban su andaluz aprendido, imitando a los de aquí. Se han presentado presumiendo de montañeses, demostrando que si los de Puertatierra, pueden cantar en el Falla, no hay razón para que los del barrio de Santoña también lo hagan, y triunfando. Y ya es de agradecer que conserven su acento y utilicen su dicción como aditivo al magnífico resultado final. Son ellos mismos como son y no imitan a nadie, ni lo necesitan. Los piropos que cantando le ofrecen a Cádiz, son contundentemente suyos, diferentes, frescos, no hacen concesiones a la galería y se expresan como los de allí, haciendo lo de aquí, con el especial sonido de allí, para que los entendamos los de aquí. Eso se llama doblar el mapa con arte.