El tiempo siempre transcurre inversamente proporcional al deseo humano, así que en Carnaval vuela para el buen aficionado. Pero por más rápido que pase la memoría se resiste a liquidar esos momentos que han marcado a varias generaciones de carnavaleros. ‘Los últimos en enterarse’, ‘Los bordes del área’, ‘Los arapahoe, que joe’, ‘Tampax goyescas, comparsa fina y segura’… chirigotas inolvidables de una época que puede abarcar desde ‘Los ordeñadores personales’ (1986) a ‘Los emires por donde se mire’.
Sobre estas creaciones se eleva la inmensa figura de José Guerrero Roldán. Por si algún despistado aún no se queda con su nombre, no le quedará dudas al hablar del ‘Yuyu’ de Cádiz. El director del espacio radiofónico ‘La cámara de los balones’, que se ha consolidado en la Cadena Ser, continúa con su descanso carnavalero sin fecha de caducidad, pero sus coplas se mantienen sin tregua en los recopilatorios de los ‘picaos’.
Su espíritu aparecía durante unos momentos con la actuación de la chirigota de San José de la Rinconada ‘No te vayas todavía’. “Ya me han preguntado si la he sacado yo. No tengo nada que ver”, apunta el chirigotero. Pero es una buena excusa, como cualquier otra, para hablar con uno de esos autores que revolucionaba la modalidad hace ya tres décadas.
-Tiempo de Carnaval y usted otro año en casa, ¿cómo está viendo el Concurso?
-Pues como puedo. No tengo demasiado tiempo entre el trabajo y los pequeños (tiene a dos mellizos de ocho meses). La preselección se hace muy larga, algunas sesiones son muy endebles así que me he acostumbrado a ver el Carnaval por internet. Lo voy viendo a la carta, eligiendo a las que me apetece escuchar, sin las prisas de que si no estoy atento me las pierdo.
-Ha cambiado de manera radical la manera de consumir este producto. No le puedo preguntar entonces qué le parecen los cambios en el horario, en el formato…
-Absolutamente. La preselección siempre ha sido la fase más cansina, pero este año se ha hecho eterna, porque tampoco los cabezas de serie le han dado un relumbrón especial. Ahora volvemos a la normalidad. Quizás se podían haber metido un par de grupos más para recortar los días.
-¿Con tranquilidad… o estos días le ha entrado el mono?
-Sinceramente no lo tengo. Yo echo en falta el Carnaval pero no precisamente el teatro, que es demasiado tenso para las agrupaciones. Si estás fuerte quieres que acabe pronto para lograr el premio y si fallas que todo termine ya. El Concurso es un trago que hay que pasar, y yo echo de menos los buenos ratos con los compañeros, los ensayos, los viajes… en la competición se sufre.
-¿Y cómo está viendo las chirigotas?
-Pues hay de todo, aunque echo en falta un estilo tipo Selu. He visto a los chicos de San José de la Rinconada y a ‘Esta chirigota cae bien’, y te pueden gustar más o menos pero hacen reír. No todo el mundo tiene que hacer reír en los pasodobles, pero se echa en falta.
-Por cierto que ‘No te vayas todavía’ tiene mucho de la esencia del Yuyu.
-Hay gente que hasta me ha preguntado si yo he hecho la chirigota. No tengo nada que ver. Me gusta que se identifique ese puntito como de nuestro estilo.
-Me ha nombrado dos chirigotas de Sevilla.
-Es que yo no miro de donde viene la agrupación si me hace gracia. El humor se hace en todos lados y en Sevilla gusta muchísimo el Carnaval. En Cádiz hay mucho arte, mucha chispa, pero luego hay que saber plasmarla en un repertorio. Y en Cádiz también hay muchos malajes. La diferencia es que allí no se sigue tanto el Concurso ni tampoco te dan tanto la vara. Aunque bueno, para eso ya están las redes sociales, que te crucifican.
-¿Sigue molesto con eso?
-Es que es un refugio de grandes mamarrachos. Puede ser un reflejo de la sociedad, y que antes no nos habíamos dado cuenta de la cantidad de tondos que hay. No me gusta tirar el trabajo de nadie y las cosas se pueden decir de muchas maneras.
-¿Le sorprende que todavía sigan entre las punteras las chirigotas de Selu, Santander…?
-Sí, me sorprende. Porque esa generación se incorporó cuando terminaba la época del Habichuela, Fletilla… Yo salí por primera en el último año de Fletilla. Se han incorporado Vera Luque, y durante algún tiempo los hermanos Carapapa, pero parece que la modalidad se ha quedado estancada en mi generación, y yo ya tengo 50 tacos. Sin embargo, en la comparsa sí ha habido rejuvenecimiento, se ha reforzado.
-¿Y por qué?
-Porque es más difícil hacer reír que no hacer reír. Y la comparsa se ha convertido en la niña bonita del Concurso, como la chirigota en los 90. Las que están son las que están y no hay más. Alguna ha llegado un año pero lo difícil es mantenerse. Falta una continuidad. A ver por ejemplo la de Los Molina, aunque sea un estilo más clásico.
-¿Qué percibe como lo peor de este Concurso?
-He notado en los últimos años que el Falla está muy frío. Antes la final parecía una fiesta y ahora da la impresión de que has ido a cantar a Puerto 2. Se está perdiendo también el ambiente en camerinos.
-La pregunta del millón, la que seguro que nunca le han hecho. ¿Piensa volver al Carnaval?
-De momento es imposible por trabajo y motivos personales. Representa un gran esfuerzo ir al Falla, una enorme dificultad. Quizás algún día en una ilegal no sería descabellado.
-¿Y un cuarteto?
-No, no me veo ahí. Porque lo de ahora no tiene nada que ver con el cuarteto que a mí me gusta, el de El Peña y el Masa. Y ha entrado en una dinámica que no creo que vaya a cambiar.