Y al séptimo día de concurso… el teatro se quedó dormido

Sólo la gran actuación de la chirigota gaditana Huele a ropero salvó una funcióncon poco público y mucho foráneo

Por  0:00 h.

El patio de butacas casi vacío a primera hora de la noche hacía presagiar una función mediocre, algo que lamentablemente se fue confirmando a lo largo de la noche. Por eso, la entrada registrada en el teatro fue de las peores desde que comenzó el certamen de agrupaciones el pasado viernes, al igual que en el palco de autoridades, donde apenas varios concejales se animaron a presenciar la maratoniana jornada de coplas. Las que no quisieron perderse su cita con sus agrupaciones fueron las Salineras de San Fernando, que acompañaron al coro de la Isla que actuó tras el descanso, Quillo ten carma, y las piñoneras puertorrealeñas, que acudieron al Falla para estar al lado del coro El Trocadero de Puerto Real, que se encargó de abrir la sesión.
Sin embargo, el sorpresón de la noche lo dieron Juan Antonio Bocuñano y José Antonio Gómez, con la chirigota gaditana Huele a ropero, que aunque a priori no partía como favorita, levantó a gran parte del público de sus butacas con un repertorio hilado a la perfección de un tipo difícil tocado con mucho tacto. Gracia, arte y música para convencer a un respetable que estaba dormido y que despertó tras comprobar que no se trataba de un sueño. Un sueño que estos chirigoteros pudieron compartir  con los integrantes del cuarteto Esta boca es mía, grandes amigos del grupo, y que estuvieron entre bambalinas para seguir con atención el regreso de los autores a la modalidad de chirigotas tras varios años de ausencia.
El otro momento importante de la noche de ayer fue el de la actuación de Los primerizos, del experimentado Manolo Santander, que en esta ocasión acudía con la música de Juan Carlos Aragón. El veterano chirigotero volvió a las tablas del Falla con un tipo de embarazado, que despertó muchas risas en Paraíso. Además, después de algún tiempo volvieron a sonar los acordes de Juan Carlos Aragón en la modalidad, que fue de lo más destacado del repertorio.
Por las tablas del teatro pasaron también grupos de Ceuta, Punta Umbría (Huelva) o Sevilla, que estuvieron respaldados por la presencia de numerosos aficionados llegados desde todos estos puntos y que se lo pasaron en grande a pesar del escaso nivel que mostraron la mayoría de las participantes. Alguno incluso se atrevió a lucir una gran peluca para sentirse parte de la fiesta.
El escaso ambiente del patio de butacas se trasladó también hasta la zona de los camerinos, donde apenas coincidieron agrupaciones y donde reinó el silencio durante gran parte del espectáculo. Algo más de afluencia tuvo, en cambio, el ambigú, donde en ocasiones estuvo más concurrido que la propia sala del teatro. Entre refresquito y bocadillo la noche se fue haciendo más pasajera hasta alrededor de las tres de la madrugada, cuando se cerró el telón  del séptimo día de la fase clasificatoria, en la que el Falla se quedó dormido. Hoy volverá a despertar para asistir a nuevas aventuras, nuevas ilusiones, nuevas coplas.
El concurso sólo acaba de comenzar…y el Falla aún está a tiempo de despertar. Esperemos que no tarde mucho.
nagrafojo@lavozdigital.es