“Me han dicho que el amarillo no esta maldito ‘pa’ los artistas y este color sin embargo es gloria bendita para los cadistas’. Ya se han cumplido 20 años desde que una tarde de 1998 (sesión vespertina), ‘La familia Pepperoni’ interpretara en preliminares una copla que se ha convertido en himno, en santo y seña del cadismo. Veinte años. Por aquel entonces, el Cádiz CF moraba en Segunda B y ahora… uff, por poquito no sigue en las catacumbas del fútbol español. Pero parece que con ese pasodoble las penurias se llevan mejor.
Manolo Santander, el creador de aquella letra, le ha rendido un homenaje de la mejor manera, en forma de pasodoble, con su actual chirigota ‘Los brujos titis’. En este grupo quedan tres, Manolito incluido, de aquella panda de mafiosos sicilianos. Esa copla ya no es del viñero, es de todos aquellos que lo cantan y lo han convertido en un salmo especial de la religión amarilla. Nada más acabar la pieza, el público del Gran Teatro Falla se arrancaba a cantar el ‘Me han dicho que el amarillo…’ que es, sin duda, la más conocida del Carnaval de Cádiz.
“Me encuentro sobrepasado”, reconoce el chirigotero. Cuando la compuso “nunca pensé que iba a pasar esto, que lo cantaría tanta gente, que lo hicieran suyo. Estoy encantado pero sobrepasado”. No sabría decir cuántas veces la ha entonado, “pero seguro que hay muchísimas personas que la han cantado más veces que yo“.
De lo que más se alegra Santander es de que el ‘Me han dicho que el amarillo…’ “ha sido una motivacion en los momentos malos”. Un flotador al que agarrarse, un grito de guerra antes que de resignación. De eso saben muy bien los cadistas que, con su Cádiz CF al borde de la desaparición, nunca dejaron de gritar bien alto: ‘Vivan los cadistas, vivan sus cojones’.