Esta noche volverán a oírse los compases de las coplas que tanto autores como componentes vienen preparando con la ilusión de agradar a todo al que acuda al templo de los ladrillos coloraos. Estarán pensando, sin lugar a dudas, y no exentos de razón, que no se puede empezar un artículo utilizando más tópicos triviales, baladíes y carentes de originalidad; es verdad, pero por otra parte no es menos cierto que a veces acudir a ellos es la mejor manera de transmitir lo que realmente se pretende, como en este caso en el que se trata de pregonar a los cuatro vientos que hoy por fin ¡¡comienza el espectáculo!! Empieza algo que para los gaditanos es más que un concurso, es el reto de ver como cada año los grupos tratan de superar no sólo a sus «competidores» sino a ellos mismos. Comienza un concurso al que no le falta casi de nada, pero al que desgraciadamente tal vez le siga sobrando el fanatismo y la exacerbación de aquellos que no ven más que un color, renunciando a una amalgama que se ofrece para deleite de todos y que su ceguera les impide contemplar. Si usted no forma parte de ese grupo de obcecación, permítame que le felicite, ya que así podrá regocijarse con la mixtura y la mescolanza que nos brinda una combinación de sabores, que a modo de sones, nos proponen los que cada día irán pasando por el ardoroso escenario del Gran Teatro Falla. ¡Qué usted lo disfrute!