Última noche de cuartos antes de la recta final

Las comparsas de El Puerto y Aragón sobresalen en una sesión en la que Pedro Romero y Ruibal recibieron homenajes en directo

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Por última vez en la fase de cuartos, el Gran Teatro Falla se llenó de caras conocidas y de un gran ambiente para vivir otra noche de coplas. El coro Qué bahío fue el encargado de abrir una sesión que contaba con el morbo del posterior fallo del Jurado, que anoche deparó alguna que otra sorpresa.
A las nueve en punto de la noche, con una puntualidad sorprendente en el Concurso de los retrasos, se abría el telón para recibir al joven coro viñero. Para ese momento, el patio de butacas rozaba el lleno absoluto, que se alcanzó en los momentos álgidos de la sesión, marcado por la actuación de los gitanos de El Puerto y de Juan Carlos Aragón. Entre las caras conocidas, las de Manuel Cotorruelo y su esposa. El hermano mayor de la archicofradía de la Virgen del Carmen no quiso perderse la sesión de anoche.
En el palco municipal se alcanzó una gran entrada con la mayoría de los concejales del Ayuntamiento local, entre ellos Vicente Sánchez, Carmen Obregón y Jesús Tey que ayer, de nuevo, presenció con sus hijos la actuación de los coros, su modalidad predilecta.
En  este palco central también se dieron cita algunos concejales del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María como Alfonso Candón, Francisco Aguilar y Daniel Pérez y cerrando esta delegación Fernando Gago que no quisieron perderse la actuación de la comparsa de los gitanos.
Los palcos platea presentaban el aspecto de las grandes noches y parecieron dilatarse para ofrecer su máxima capacidad. Arroparon a todas las agrupaciones, en especial a la chirigota Una obra de poetas.
Pero lo mejor estaba por venir, la comparsa de los gitanos, en una buena actuación, volvió a levantar a un teatro entregado a sus coplas con esencia flamenca. En uno de sus pasodobles quisieron sorprender a su autor Pedro Romero, al cual le dedicaron un pasodoble. El autor recibió y agradeció el homenaje en directo. La misma emoción vivió Javier Ruibal, que acompañó a la chirigota que cerraba la sesión y la fase. Los jesusitos de mi vida lanzaron una letra de pasodoble en la que reclamaban que el portuense fuera pregonero del Carnaval. El portuense vio entre bambalinas el tributo de la chirigota de Vera Luque.
 El paraíso también se apuntó al llenazo, pero con su particular público que cada noche es el encargado de animar al resto del respetable con gritos de ánimos y palmas. A falta de cuatro días para la Final, sus ocupantes parecieron ensayar. De hecho, adelantaron la vuelta de gritos típicos como el de «qué bonito está mi Cádiz, qué bonita es mi ciudad, que rebosa de alegría…», es de agradecer la vuelta a estos cantos en detrimento de algunos otros, tan pocos apropiados a la categoría del teatro.
Algunos gaditanos conocidos no quisieron dejar pasar la ocasión para visitar esta particular zona del teatro, ya que según  ellos es donde mejor se vive el ambiente de las largas noches del concurso. Entre los que realizan esta afirmación se encontraban Charito Nuche, Concha Díaz y Carmen Muñoz. El palco de LA VOZ contó anoche con la presencia de Jesús y Joaquín Díaz, Antonio Sainz, Constante Bueno, Miguel Ángel Medina y Alfonso Domecq que no dejaron pasar la ocasión de ver en escena a las comparsas de los gitanos y de Aragón.
Como vecino de localidad, José Quiros que fue empleado durante más de 40 años del grupo de restauración El Faro que la familia Córdoba dirige con prestigio en la provincia. Por los pasillos del teatro se pudo ver al recuperado periodista Antonio Pérez Sauci, acompañado de Nieves Martínez. Después de la espectacular actuación de los gitanos, llegó la hora del cuarteto femenino Las malas malísimas, que en este pase volvieron a derrochar arte e ingenio en una actuación en la que el público respondió con carcajadas y aplausos a este grupo femenino.
Tras el cuarteto, el segundo plato fuerte de la jornada, la comparsa de Aragón, una de las agrupaciones más esperadas por el público. A compás de palmas fue recibida la comparsa que defiende el primer premio. No defraudó y volvió a ofrecer lo mejor de su pluma.
La presentación, que es un alarde del potencial de las voces de este grupo, fue la carta de presentación de un grupo que pone rumbo fijo a la próxima fase.
Tras la actuación de la comparsa llegó la hora del descanso, que trasladó al ambigú el gran ambiente. Durante el descanso se produjeron muchas tertulias donde el tema principal fue el popurrí de Aragón. En casi todas las charlas se empezaron a escuchar las primeras apuestas de cara a la final del próximo viernes.
En la segunda parte, el público permaneció fiel a la sesión y siguió animando al coro de Valdés y a todos los grupos que le siguieron. Uno de los palcos más animados en toda la noche fue el de las ninfas que entre agrupación y agrupación no cesaron de cantar.