¿Quién nos hase sombra?

Cuarteto de tres

Por  0:00 h.
Como este año no hay Pitracá Populá, por acompañar en el sentimiento me pasé ayer por la peña de la Angelita. A to el que entra le enseña los huevos del nieto, qué dos huevos tiene el hijoputa… «¿Un pitraquito, bizco?», «Te lo agradezco Angelita, pero tengo ardentía…» (antes una ensaladilla con la etiqueta cien por cien salmonela). Pero el gesto es el gesto, era lo que había de comida.
La comidilla en cambio era el asunto ese de Sevilla. No habemos derrotistas aquí ni na… na más que acaban de desí los autores de Sevilla que quieren hacer un concurso de coplas y algunos ya andan cagaos… Tesquiyá, poleá. Mira, allí mismo en una conversación, fíjate que yo por vergüenza procuro mantener mi natural, pero uno dijo algo que me abrió los ojos (después se fue de mi lao, ya no me volvió a mirar ni dijo más na, por lo menos delante mío, yéndose sí «…Los muerto el bizco», dijo. Pero voy a lo que me abrió los ojos), dise el tío, «Si curráramos en el tajo lo mismo que decimos tonterías, los coreanos estarían llegando en patera a las costas de China… no iban a hasé ni las varillas pa soldar».
Y es que es verdad, quillo, llevaba más razón que un santo, no hay ciudad en el mundo que sea capaz de generar más tonterías por segundo cuadrao que Cadi. A qué tanto miedo, ¿quién carajo nos va a hasé sombra? ¿Sevilla…? Pa empesá ¿qué teatro tienen? ¿el Lope de Vega? Po que lo sepan, Lope de Vega estuvo aquí, en Cadi, mamando donde hay que mamá, donde mamamos los autores la sensibilidá, en La Caleta, y le escribió un pasodoble a las barquillas, que cómo sería de sentío que nosotros le pusimos a la calle de enfrente Las Barquillas de Lope… ¿Dónde están las barquillas del Guadalquivir de Lope ni de nadie en Sevilla? ¿o le van a cambiar de nombre al teatro? ¿Quevedo…? y tampoco, quillo, que aunque fuera hecho jugadó del Sevilla es de aquí, de Cadi (y menos Calderón, que nos va a subí a primera…) Como no le pongan La Casa de los Ladrillos Enfoscaos…
Y ahora métete dentro, ponte que vaya to los días una que se llame María la Yerbaluisa, qué va desí «¡Qué bonito, mi arma!», eso pega lo mismo que «Cántame, me dijiste cántame, cántame por el camino, pisha…» Y además, aunque diga pisha, el pisha de Cadi no es como en otros laos, suena palatá, pero es palatá de embuti, y eso ya lo dejó claro el Darvin que es una cosa tragénica, quiere decir, que nuestros antepasaos se han tenío que jartá de comer bienmesabe a lo largo de los tiempos pa dejarnos lo que nos han dejao, un paladá del carajo… Esa gente anda confundía con la historia… to no es lo que se dice, sino cómo se dice.
Al entrá mismamente me ha soltao un rollo del Torre la Angelita que pa tenerme que enterá me ha tenío que explicá al deíllo, «No bizco, mira pisha, tú eres corneta, el trompeta es el Torre», que parece que no, pero aunque los dos suenen, cambia el matí. Po eso puede pasarle a los de Sevilla, que empiecen a cantar y tol mundo los entienda… ¿eso es carnaval? Tú vas al Falla, aunque sea a primera fila de butaca, y a tu lao hay un tío que está partío de risa con un golpe de una chirigota, y si le preguntas al tío «¿Qué ha dicho?», el tío riéndose más todavía te dise, «No me enterao». Eso es lo que yo decía, lo que se dice y cómo se dice, ahí es donde se notan las buenas letras, porque cuando el doble sentío está lograo, no lo entiende ni el que lo está cantando…
Esto no es to mirá pal mar y ahí que me las den toas, que yo sé que media playa Victoria es de ellos, que na más que hay que ver la avioneta esa que trae el Sevilla to los años por la playa, y el de los jamones Badía, pero con que un barrilete vuele en La Caleta ya están toas las coñetas asomá a las posa, y eso… eso es lo más grande, mi arma.
Me parece que esto, más o menos, ya está bien de extensión (se pueden desí más tonterías, pero es que quiero hasé unas letrillas pa la chirigota del Torre… no veas el tipo que han cogío), pero a lo que voy, quién carajo nos va a hasé sombra disiendo tonterías…