Los cuartetos se desinflan

Tercero y cuarto estaban aql nivel de los finalistas en la clasificatoria

Por  14:02 h.

El cuarteto, esa especie en extinción que parecía que este año experimentaría un serio resurgir, fue de más a menos conforme avanzaban las fases en el Concurso del Falla. Esa percepción, presente en el público, también se constata en las puntuaciones dedicadas por el jurado a la modalidad más difícil de las que pasan por el teatro.
Hay un dato palmario: las actuaciones en preliminares de los clasificados en tercer y cuarto lugar fueron sobresalientes.  Le ocurrió a ¿Qué hacemos con el pavo?, que se desfondó en su última entrega en semifinales, cuando, a falta de repertorio, tuvieron que recurrir a algunas repeticiones y a recordatorios de cuando vinieron como Los del paraíso, sin previo aviso.
Parecido es el caso de la familia campera del cuarteto de Algeciras. Su actuación en la clasificatoria fue puntuada por encima de los de Ángel Gago, mientras que si hacemos la comparativa en semifinales, la barrera es infranqueable.
Si dejamos fuera a los dos cuartetos que ni siquiera pasaron la primera criba, el ‘fiasco’ de Cuarteto Milenio en cuartos es más que perceptible. La pobreza de su segunda intervención, en la que incluso tuvieron la baja de uno de sus componentes, llevó a que se hicieran merecedores de la puntuación más baja en el conjunto del concurso.
En el extremo contrario, han dejado un buen sabor de boca En Cai hay que morir, que debutaban en adultos tras su aclamado paso por Juveniles. Firmaron dos actuaciones solventes y equilibradas, sabiendo sobreponerse a los problemas técnicos de cuartos, algo que queda registrado en la segunda puntuación del jurado, que coloca su calidad pareja entre ambos pases.
La supremacía de Morera llegó prácticamente de principio a fin, excepto en cuartos, donde Los cuartetos también lloran se pusieron delante. En la final, un solo punto separó a los vaqueros del culebrón.