Las vísperas son más hermosas que las fiestas, igual que los buenos viajes se disfrutan desde que se hace la maleta. Será por eso que el Gran Teatro Falla vibró anoche como pocas veces en lo que va de Concurso de 2012. Quizás la gente cayó en la cuenta de que falta una semana para que todo termine, empieza la cuenta atrás. De hecho, hoy termina la segunda fase, la de cuartos. Tras la pausa dominical (parece una concesión a la tradición católica que forma parte básica del Carnaval) llegarán las semifinales y la gran noche. Todo eso se resume en un suspiro y, quizás por eso, los espectadores quisieron aferrarse anoche al presente, al ‘carpe diem’ de disfrutar intensamente la sesión que les tocaba. Ya había buena actitud desde el inicio. Volvieron a verse las colas para acceder a gallinero desde dos horas antes de que se abrieran las puertas. Esa señal significa que actúa la comparsa de Juan Carlos Aragón. Además, fue la última de la noche. Es fácil imaginar cómo fue el ambiente si había dos colas antes por la actuación que se produciría cinco horas después de iniciada la sesión. Nadie quiso perdérselo ni dejarlo pasar como el que ve un tren desfilar. Hubo ambiente, ruido, participación, público en pie, ovaciones atronadoras, espectadores llegados de varias provincias, exjugadores del Cádiz, antiguas diosas, el Yuyu… Todo el mundo estaba allí. Y el que no, debía de tener ganas.