La duodécima sesión de preliminares se presentaba a priori poco atractiva. Había algunos grupos a tener en cuenta, sí, pero ninguno era de los punteros. Y la verdad es que tampoco después de haberlos escuchado se tiene la impresión de que vayan a estar luchando por ganar, pero nos ofrecieron una noche de coplas de esas que pueden acabar con el inmortal “estamos tan a gustito”. Porque sí, porque el Falla ayer estuvo a gusto, calentito, escuchando, aplaudiendo y riendo.
Buena parte de la culpa la tuvieron los coros. Tanto el de Valdés y el Sheriff como el de Martínez Mora estuvieron a buen nivel. Divertido el primero, flamenco el segundo. Seguirán adelante en el Concurso, eso es seguro.
También gustó mucho la comparsa mixta de Bustelo. Bien escrita, bien cantada y con mucho compás. Las chicas que llevan el peso del grupo tienen mucho gusto y lucharán por volver a pasar de ronda. Un poco más complicado lo tendrá la comparsa de Chipiona ‘El vagón de cola’, aunque también ofreció un pase bastante digno.
Se dejaron escuchar la comparsa portuense ‘La selva madre’ y la chirigota de Luis María, que sigue sin encontrar la receta del éxito del que disfrutó antaño.
Pero sin duda lo que más agradó en la noche del jueves fueron dos chirigotas. A una se le esperaba con ganas. La otra sorprendió. También de Chiclana, ‘Los rebujitos’ conquistaron con un repertorio muy completo. Pasodobles bien escritos y originales y, sobre todo, un popurrí que hizo reír de principio a fin, con algunos momentos subidos de tono. La otra agrupación de la noche fue la chirigota de Manolín Gálvez, que llegaba con algunas variaciones en la autoría respecto a los planes iniciales. Lo que no varió ni un ápice fue el sabor viñero, clásico, que siempre se espera de este grupo. Se dejó notar en los pasodobles, que aún deben mejorar en letra, pero que en música son una delicia. El repertorio estuvo lleno de golpes.
Otro día que ganan las chirigotas, qué alegría. Y si nos vamos con compás viñero…