La gran sorpresa sale del armario en el día más largo

Floja sesión la de anoche, que sólo salvaronlos amanerados chirigoteros de Bocuñano, en Huele a ropero; Manolo Santander volvió a recibir de nuevo el cálido aplauso del Falla

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Llegaba una sesión para echarse a temblar. Después de un
inicio de Concurso prometedor, se presentaba una jornada con
agrupaciones de perfil medio-bajo, no existía la expectación de noches
anteriores. Y el pronóstico resultó acertado, por desgracia. Al menos,
saltó a escena la gran sorpresa de esta primera sesión. Les avala una
interesante trayectoria, pero la inactividad de los últimos años
envolvía su actuación en una lógica incertidumbre. Juan Manuel Bocuñano
regresaba con su chirigota (Huele a Ropero), y no paró de hacer reír
con un repertorio compensado que amenaza con dar que hablar en las
próximas sesiones.

A nivel de anteriores años estuvo Manolo Santander, en
su nueva aventura con Juan Carlos Aragón. Aún así, sigue recibiendo el
cariñoso aplauso de su público. Gran parte del Teatro le brindó una
calurosa ovación cuando Los primerizos se escondían tras las cortinas.
Nadie olvida que el chirigotero es historia vida de la fiesta.

A partir de ahí, voluntarismo con mayor o menor acierto.
El coro de Puerto Real no encuentra el rumbo hacia sus mejores años. La
comparsa de Ceuta se mantiene fiel a su estilo, al igual que la
portuense.

Por su parte, el cuarteto sevillano sigue sin encontrar
una regularidad que les consagre definitivamente sobre las tablas
gaditanas.

Los coristas de San Fernando pedían carma, pero al final
resultó imposible mantenerla. Todos los pecadores expiaron sus culpas
con un epílogo infame que puso a prueba los nervios de los pocos que se
quedaron. El cierre de cortinas puso fin a la pesadilla. Todo pasa,
como decía Serrat. Y mañana será otro día, como dice Paco Rosado.

El trocadero de Puerto Real

La invasión de Napoleón obligó a numerosos
puertorrealeños a refugiarse en Cádiz en 1810. Como buenos
guerrilleros, están dispuestos a luchar en las tablas del Falla y
defender el honor del coro de Puerto Real, según manifiestan en el
primer tango. En el segundo, el Alzheimer convierte a la madre en una
niña gaditana. La tanda de cuplés no es muy acertada. El primero sobre
la exhibición de las Fuerzas Aéreas del verano pasado y el segundo
sobre la Duquesa de Alba. Mejor el estribillo. El coro no acaba de
sonar como antaño. Con lo competida que está la modalidad, lo tendrán
difícil.

Huele a ropero

Muy simpática presentación en la que esta especie de
clones de Schuster no se atreven a salir del armario. En el primer
pasodoble aseguran que prefieren permanecer allí que ser ese machote
que tapa a su mujer con el burka, el que abusa de una niña, el putero,
el pederasta. Bien escrito, defendido y premiado por el público como
corresponde. En el segundo pasodoble, el gaditano obligado a ser un
payaso a pesar de estar rabiando por dentro.

Los cuplés siguen en la buena línea que habían marcado
con la presentación y los pasodobles. En el primero, comentan los
contratos que le salen a las del Gran Hermano para posar en el
Interviú. Pero a la enana como le viene un poco grande, saldrá en la
portada del Teleprograma. En el segundo, les han regalado un GPS de
última generación, que les facilita en todo momento información de
utilidad. Es tan inteligente que cuando entran en el vehículo les dice:
«Por favor, pare, este coche pierde aceite».

En el estribillo, defienden a muerte la igualdá. Igual da por delante que por detrás.

Popurrí con numerosos golpes en el que siguen
defendiendo el tipo sin caer en lo chabacano, lo cual hubiese sido lo
más sencillo. Grata sorpresa la de esta chirigota, cuyo autor ya había
conseguido el pase a semifinales en anteriores ocasiones.

Los del 27

Cantando muy bajito y con gusto, como acostumbra esta
comparsa ceutí, que rinde homenaje a los tres iconos de la cultura del
27: Salvador Dalí en la pintura, Federico García Lorca en la literatura
y Luis Buñuel en el cine.

La autonomía de Ceuta en el primer pasodoble, cuya
música compone (aunque no firma) Tino Tovar. En el segundo pasodoble,
se acuerdan de Rafael Alberti, al que no representan en su tipo porque,
según explican, para venir de Alberti hay que ser gaditano.

En el primer cuplé, más del noviazgo de la Duquesa de
Alba. En el segundo, cuentan que al enterarse que son de Ceuta, todo el
mundo les pide grifa. Ellos jugarán esa baza para intentar pasar a
cuartos y semifinales, por lo que invitan al Jurado a servirse sin
tapujos. Prosiguen cantando sin estridencias de ningún tipo, destacando
un joven contraalto con un timbre muy similar al de Fali Figuier.

Rito, rito, gorgorito

Una misa acarnavalada con el monaguillo Mateo, el
monaguillo Eloy, el Ángel Subiela, el cura, y el Cairdenal. Preside la
ceremonia un gran cuadro de Señor, el que le metió el gol doce a Malta.

Salmo responsorial: «Julio Pardo siempre gana, haga lo
que haga». En la lectura, Señor resucita a Lázaro, Vicente Lázaro, el
Lali, mientras que Quiñones se queda compuesto y sin pasodoble.

En las ofrendas, piden al Señor que le dé inspiración a
Manolito Santander, que en los últimos años ha estado nada más que
regular. No hubiera estado de más pedir de paso inspiración para el
autor del cuarteto.

Interpretan una tanda de cuplés con la que se granjean
la condenación eterna. El estribillo es un despropósito. A estas
alturas el público ya no aguanta más e interrumpe la misa. El cuarteto
da mucha penita, porque se ve que le ponen mucha voluntad, pero el
resultado es catastrófico.

Los primerizos

Rumbita de presentación marca de la casa. Con orondas
barrigas y aspecto algo macarra, representan a hombres que se han
quedado misteriosamente embarazados. En el primer pasodoble, Manolito
Santander nos recuerda que aún tiene cuerda para rato y muchas cosas
que decir. En el segundo pasodoble, arremeten con rabia contra los
políticos que negaban la crisis y acaban (con perdón) cagándose en to
sus muertos. La música de Juan Carlos Aragón tiene un par de detalles
preciosos. Los cuplés, cortitos con sifón. El primero, a la salida del
Cristo desde Salesianos y el segundo al padre de Jesulín y su ingreso
en San Rafael. Con las falditas de las enfermeras, allí estaba en la
misma gloria.

El popurrí, más rítmico que gracioso, concluye una
actuación que el público premia con aplausos. El pase a cuartos de
final puede estar difícil, dada la calidad de varios grupos con los que
nadie contaba a priori.

Quillo, ten carma

Como hindúes se presentan los componentes de este coro
de San Fernando, que año tras año se presenta sin más pretensiones que
agradar e ir cogiendo tablas. Con compases de la banda sonora de
Aladdín concluyen una presentación donde quedan manifiestas las
carencias vocales del grupo. Primer tango de presentación. En el
segundo tango, un pobre hombre recuerda su historia de amor con la
mujer que ahora le declara la tercera guerra mundial. El coro se va
gustando y cada vez suena mejor. La música del tango está bien
construida. En el primer cuplé, ven a una mujer disfrazada con una
careta muy chunga. Cuando se la quita, resulta ser la alcaldesa.
«Póntela otra vez», le piden. En el segundo, juegos de palabras con la
fauna marina como protagonista. Popurrí muy movido que concluye con un
potente bramido de elefante asiático.

El príncipe de los sombreros

Van como de percheros. Cuentan en el primer pasodoble lo
poco que durmieron ayer sabiendo que cantaban en Cádiz. En el segundo
pasodoble lamentan que la Justicia en España brille por su ausencia. No
se explican que salga de la cárcel aquel preso de ETA. Letra de hondo
calado político, donde dicen que si ellos fueran jueces meterían a
todos los malvados entre rejas. Primer cuplé para Victoria Beckham. El
segundo cuplé, aún más flojo que el anterior, es otra alusión al
noviazgo de la Duquesa de Alba. Esta comparsa onubense lleva varios
años pasando el corte a lo justo y, por lo que parece, esta vez se han
quedado muy cortos.

Cádiz, 3000 gigas de historia… metiítos en la red

De frikis del internet vienen estos muchachos que están
dispuestos a aportar su granito de arena a esta antológica sesión.
Dejan a un lado los tópicos para dedicar un sentido piropo a Cádiz, la
mar, la mujer, la playita y la luna. En el segundo pasodoble, un esposo
fallecido le escribe a su esposa viva desde el cielo para pedirle que
sea feliz y se busque un ligue, que él tendrá toda la eternidad para
volver a enamorarla. Ains…

Cuplés poco inspirados. El estribillo merece ser
reproducido en su integridad: «Para grabar los compa, el Nero es el no
va más, porque después de Nero viene Febrero y ya estamo en Carnavá».
En el popurrí, enseñan los calzoncillos.

El escondite del viento

Estos jóvenes portuenses lucen un vistoso tipo. La mitad de ellos representa al poniente y la otra mitad al levante.

En el primer pasodoble se preguntan dónde está la Cádiz
guerrillera. Quieren que resurja y vuelva a enamorar al levante y al
poniente. Buenas voces jóvenes.

En el segundo pasodoble, crítica a Juan Carlos de Borbón, que nunca se acordó en sus discursos de Navidad de Andalucía.

En el primer cuplé, comentan la moda que hay ahora de
comprar en los chinos. Juegan a la consola en el segundo y salen
asustados con uno de los personajes que allí aparecen.

Tras el popurrí, en que la interpretación se resiente un poco, son despedidos con cariño por el escaso público.

Los buscarruinas de la plaza Mina

Estos arqueólogos vienen con la intención de excavar
entre los escombros de este ruinazo de sesión a ver si encuentran algo
de calidad. Pero por lo que se ve y se escucha en la presentación, nada
de nada.

Cuando creíamos que no se podía ir más allá en la
reproducción a escala industrial de topicazos, esta chirigota da un
paso más: «Cádiz, tacita de plata fina, otra vez a piropearte». Buscan
«el alma y el embrujo de tu hechizo». «Caracola que canta su condena».
«Doremifasol, un plumero desde un balcón, bombas que tiraron los
fanfarrones, rosita temprana, barrio de Santa María, corazón, alma de
la Viña» y «al viento yo gritaré que se entere el mundo entero que yo
nací chirigotero». El segundo pasodoble es igual pero para Andalucía,
con cosas que se llevan escuchando desde el hombre de Atapuerca:
Granada tierra soñada, Córdoba lejana y mora. Cádiz rinconcito caletero
de mi Andalucía. El primer cuplé a su vecina, que lleva muchos
piercings y el que lleva abajo su novio le da con un liquidito que es
del carajo. El segundo, la Duquesa de Alba no cree que se case pero el
boniato sí se lo come.

En otra vida los que quedamos en el teatro hemos tenido que ser muy malas personas.