La alcaldesa

El duque del guano

Por  0:00 h.

Aestas  alturas, una copla resaltando el aspecto físico de la alcaldesa, no debería hacer reír a nadie si no fuera porque el público que va al Falla, en su mayoría, está compuesto por personas que siempre se van a reír de las mismas cosas y van a llorar con las mismas penas. De hecho, se están cantando cuplés que se cantaban en los años treinta y todavía se están aplaudiendo.
Recuerdo que cuando le hice una entrevista a doña Teófila con «el duque del Guano» le pregunté que qué prefería, que se metieran con la gestión o con su físico; y me contestó con otra pregunta: ¿Tú qué crees? Lo que hubiera dado Carlos Díaz porque le hubieran sacado coplas a su bigote o a sus esparavanes y que le hubieren dejado tranquilo por su gestión. Sin embargo, entre el Diario, el PSOE y los carnavaleros, conseguimos que se retirara a sus aposentos y no saliera más. Se le llamó hijo de…, se le deseó que echara por la boca el pulmón y no sé cuántas barbaridades más. Y todo eso, presumiendo, al mismo tiempo, de ser de izquierdas. Ahora seguimos siendo de izquierdas, pero no le vemos pegas a la gestión de este ayuntamiento.
Pero eso responde a una cosa muy simple: una agrupación que no se meta con el Ayuntamiento, pecaría de ser una agrupación adepta al «régimen»; como eso está mal visto y a nadie le gusta reconocerse de derechas (haga el lector la prueba y pregúntele a cualquiera si es del PP, verá con qué genio dice que no), pues hay que sacarle letras a doña Teófila; pero como la mayoría de los autores están contentos con esta alcaldesa y si tuvieran que criticarla sólo saben que hay muchos gaditanos en Castellón y que es feílla, pues ahí acaba todo. Si el grupo le dice al autor que le haga una letrita a la primera edil, se ve en la siguiente tesitura: si hay un jardín nuevo debajo de mi casa, un paseo marítimo en Puntales, a mi hermana le ha dado un piso…Qué hago: «¡Teo, hasta el nombre lo tienes feo!»; que eso es una forma de decirle: «Perdona, hija; me han dicho que me meta con tu gestión, pero como no veo nada malo y no me puedo declarar de derechas, eso es lo que hay». Y ella lo comprende y, de todo corazón, lo aplaude y dice, «Qué gracia hay en esta tierra; que irónicos son mis casi paisanos, cuando me jubile me voy a venir a vivir a esta ciudad tan dicharachera.
Ahora, no, que no hay donde aparcar». Y aquí, paz y, después, gloria; y al día siguiente pone en una pancarta que el Puente de la Constitución de 1812, está hecho en un 25%, y se queda tan pancha.
Y uno se pregunta que cuántos puentes se están haciendo; porque si el Gobierno está haciendo el de la «Pepa» y Ella está haciendo el de «La Constitución», ¿Habrá en Cádiz gente para cruzar tantísimos puentes?
Mañana será otro día.