¿Quiere ser Jurado del Concurso del Falla? Pues deje aquí el currículum y ya lo llamaremos. Este año el COAC sorprende con una novedosa iniciativa en cuanto a la configuración de este estamento clave para el desarrollo del certamen. Tan original que hasta suena a entrevista de trabajo.
Lejos de bromas, la aclaración resulta necesaria después de la polémica servida el pasado martes, cuando se comunicó que los vocales de la cita del 2018 serían elegidos por sorteo. Un sistema en principio surrealista, pues el azar abre la puerta a muchos aficionados (incluso no aficionados) cuyo único requisito sería no tener relación familiar con los participantes (primer grado de consanguinidad) y no haber sido jurado en los tres años anteriores.
Pero habrá más. El Patronato exigirá el currículum a las personas que se presenten. Currículum personal y carnavalero, para conocer su trayectoria e intuir su sapiencia y preparación. Entonces, realizará una preselección, un filtro por lo que cualquiera no será vocal del COAC. Y los seleccionados entrarán en un sorteo si son más de once para dejar el número necesario, el ‘once ideal’.
Aún así, queda mucho por pulir. ¿Quién llevará a cabo esa labor de selección? Es probable que se cree una comisión específica para ello, o que decidan los representantes actuales del Patronato. Se tendrá que especificar qué se valora en cuanto a conocimiento del Carnaval, y habrá que incluir cláusulas por las que los vocales aceptan que uno de ellos será elegido presidente, que es la cabeza visible del grupo. Porque serán los designados por sorteo quienes voten a esta figura entre ellos mismos. Es importante que quienes se presentes señalen la modalidad o modalidades que pueden valorar, ya sea coros, comparsas, cuartetos y/o chirigotas.
Todos son conscientes de que es un experimento, prueba-error, pero como apunta José Fernández, representante de la asociación de comparsistas, «es la manera más democrática». Se quiere huir del ‘dedazo’ de los años precedentes, de que sean los participantes quienes elijan al presidente, siendo juez y parte. «Se evitan muchas suspicacias».
La propuesta la formulaba ASCOGA tras un amplio debate con sus asociados, era rechazada por Autores y CAI pero se aprobaba finalmente con el voto de calidad de la concejala de Fiestas María Romay. El Ayuntamiento era el principal interesado en cambiar la fórmula después de que la responsabilidad recayera el año pasado sobre la figura del alcalde.