El momento de la final, el reencuentro entre el Trinchera y Martínez Ares. La insistencia tuvo su premio.

Carnaval de Cádiz

Final del Falla: el premio es haberla vivido

La comparsa mantiene el legado de Paco Alba en una última noche donde la emoción aplasta a la sonrisa

Por  7:44 h.

Prisionero del tiempo, el Concurso agota su último instante. El tic-tac final. El misterio de la incertidumbre mantiene en vilo el alma del aficionado. ¿Impasible? Imposible. La tensión encoge el corazón para cumplir el deseo de cada cual. El suspense reaviva el espíritu, tocado tras doce horas de coplas ininterrumpidas. De risas, de emociones, envueltas en música y letra; la voz de un pueblo, la banda sonora de una ciudad. Ese recuerdo permite comprender que el premio ya se ha ofrecido, el presente se entregó con una noche inolvidable.

 

La noche del pasodoble y de las comparsas. La lágrima vence a la carcajada. Los cuatro magníficos se lanzaban a tumba abierta en una batalla de coplas, asumiendo el riesgo, prescindiendo del lujo de repetir. ‘El chapa’ sonaba con estruendo con dos letras de giro imprevisible, con un recuerdo necesario a Don Paco Alba. El melódico compás de Aragón mecía un precioso piropo a Cádiz y el alegato contra el fanatismo religioso. Tino Tovar se despedía con una estremecedora reflexión sobre el tiempo perdido por una mujer maltratada, el tiempo robado por su maltratador. Y a las claritas del día, a las puertas del amanecer, ‘El perro andalú’ recordaba también el legado del creador.

 

Cerca estuvo el cuarteto de eclipsar a la dueña del sentimiento. Cuatro 38 años después. Matemáticas frente a cualquier propuesta literaria. Martínez Ares rubricaba el momento desternillante de la sesión. ¿Martínez Ares? ¿Cuarteto? Así es. Don Antonio, en el día de su cumpleaños, se reencontraba con El Trinchera en el gag más celebrado de este viernes y posiblemente de todo el Concurso. Golpe de efecto frente al repertorio primoroso de Gago, Moreno y Cossi.

 

El tiempo, la hora, aupaba a los congoleños de Vera Luque y penalizaba a los sevillanos-viñeros de ‘Cai de miarma (7,20)’, que llegaban demasiado justos al último metro. Sufrían además el susto de una indisposición en el patio de butacas, rápidamente solucionado por la asistencia sanitaria. Víctima de un maratón sobrehumano, sin descanso. Selu repetía pasodoble (a Rajoy) y cuplé (de Terelu) y Canijo apostaba por la frescura con algún problema interpretativo.

 

En los coros, todos mantenían su nivel, con la fortaleza de los clásicos Pastrana y Pardo y la pujanza de los revolucionarios Rivero y Bayón, pelín por debajo en el repertorio pero con la satisfacción de haber recortado una distancia enorme a pasos agigantados.

 

Estos son los premios en cada modalidad.

COROS
1: Vive, sueña, Canta (Luis Rivero)
2: Los Chimenea (Faly Pastrana)
3: Rockola (J. A. Bayón, J. A. Valdivia, Rubén Cao)
4: Don Taratachín (Julio Pardo y Antonio Rivas)
COMPARSAS
1: Los Mafiosos (Juan Carlos Aragón)
2: Los Prisioneros (Miguel Ángel García Argüez, Noly y Subiela)
3: Tic-Tac, tic-tac (Tino Tovar)
4: El perro andalú (Antonio Martínez Ares)
CHIRIGOTAS
1: No tenemos el congo pa farolillos (José Antonio Vera Luque)
2: Cai de miarma (7,20) (El Cascana, con autoría de Jesús Selma)
3: Grupo Guasa (Selu García Cossío)
4: ¡Qué Caló! (Antonio Pedro Serrano, el Canijo)
CUARTETOS
1: El equipo A minúscula (Comando Caleti) (Manuel Morera e Iván Romero)
2: El trío (Moisés Serrano y la Agrupación)

3: Lo mismo nos vemos en Elcano que en clase de piano (Gago, Moreno y Cossi)

4: Los de la gran puñeta (Javi Aguilera y Ángel Piulestán)