Entre Fabio Rufino y el Stade Gerland

Concentración de ilegales en el Pópulo

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IlegalesSon las nueve y media de la noche. En las esquinas del Pópulo, el barrio más antiguo de la ciudad, ya huele a Carnaval y del bueno. De entre los bares se escapa un soniquete que nos resulta muy popular. Es el pasodoble de Los yesteradys, ese de Andalucía que todo el mundo se sabe, incluido un grupo de turistas que debía ser de Aragón. Y no Becerra.
En la Casa del Almirante un enorme logo nos recuerda que este edificio emblemático de la ciudad será un hotel en el futuro. Los dos arquitectos, el de verdad y el técnico, habrán diseñado un inmueble con muchas ventanas que den a la plaza de San Martín. Más que nada porque en la semana de Carnaval se llenará con antelación y el personal querrá estar pendiente de lo que se canta abajo.
El logo comparte protagonismo con otro azul de LA VOZ de Cádiz y del Consejo del Barrio del Pópulo. Son los organizadores de esta muestra gamberra que empezó durando un día y que va camino de monopolizar toda la semana. En otros confines singulares de este enclave un perrito verde sobre un fondo amarillo nos recuerda que allí se va a escuchar. También es de LA VOZ y ocupa tanto espacio como el azul. Mezcla singular esta del azul y amarillo, como el Cádiz. Mas nuestro imposible.
Los primeros rostros conocidos se dejan ver por este lugar felizmente recuperado para el Carnaval y para otras tantas cosas. El que fuera concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Cádiz, Gervasio Hernández, no para de dar vueltas esperando escuchar el primer clan-clan sobre el cartelón. Poco después también se deja ver por allí Jesús Gargallo. No si va a resultar que como esto es una cosa revolucionaria sólo le gusta a la gente de izquierda. Pero no es así, porque al poco tiempo se advierte la presencia de Ignacio Romaní, que es casi todo lo contrario a un revolucionario, pero que también muere por esto.
También se deja ver por el lugar el consejero de marketing del Cádiz, Pepe Mata, que pasa por allí con tranquilidad, junto a algunos miembros de la comparsa Los geniales, que participó en el concurso de agrupaciones del Gran Teatro Falla y no pasó de la primera fase. El personal comienza a animarse y a inundar los recovecos de este singular rincón gaditano con tanta solera. Desde el interior de un bar alguien grita gol. Ha marcado Henry el tanto del empate en el Stade Gerland, el estadio del Olympique de Lyon, que quiso compartir protagonismo con lo que se iba a vivir en Fabio Rufino.
Los huevos pasos por agua
El empate del extremo azulgrana comienza a quedar en un segundo plano. Un tipo muy divertido y con tanta estrella como Ronaldinho por su arte y por su estructura facial comienza a derrochar ingenio. Se hace llamar Los huevos pasos por agua y ha logrado el segundo premio en la final del concurso de romanceros celebrada el pasado jueves, en dos turnos, en el Gran Teatro Falla. El gachó tiene que tener problemas con las goteras porque su genial discurso gira en torno a lo mismo. Ni corto ni perezoso llega afirmar que su tele «no tiene agüillas, sino cataratas». Y el personal se toma tan en serio lo de Amoscuchá, que hasta se ríe flojito.
En la otra esquina de la plaza de San Martin aparece un cuarteto que se hace llamar Los piratas del Cadibe. Menos mal que el coro ilegal de Luis Frade no va nunca al concurso porque si no hubiésemos tenida un problema con el nombre porque se llama igual o casi. Otro personaje con una estructura facial singular comienza a hacer de las suyas. Imita a las gaviotas y la gente se lo pasa en grande. Pese a mostrar cierto cariño por los pájaros no se cortan un pelo dándole al pájaro jaula de Teófila que «si le quitas la cabeza es un bombo de la Lotería de Navidad». Divertido sin duda. Han pasado con más pena que gloria por el concurso del Falla, pero en la calle todo cambia.
Muy cerquita aparece Ely, una italiana que se vino a Cádiz hace tres años y, que 365 días después, ya sacaba su primer romancero. Lo suyo es de arte. También ha participado en el concurso de romanceros y reconoce que «la cosa se ha desbordado». Esta italiana de La Viña, como así se denominaba el año pasado, no puede «pasar sin ya sin salir». De todas formas se mostraba crítica con el concurso del Falla al afirmar que «dentro del público de este año había alguna gente, cuatro en concreto, metiendo la pata».
Las primeras ilegales sin bombo y caja comienzan a tomar posisiones. Son casi las doce de la noche y los repertorios más gamberros ya comienzan a hacerse presentes. A partir de ahí vía libre hasta la madrugada. No hay libretos para recoger tantas letras ni flexibilidad en el cierre de un periódico para contar tantas cosas. Mañana será otro día, que diría Paco Rosado.
Hoy, la gran noche
Y hablando de mañana, hoy para el lector, el barrio más antiguo de Cádiz, vivirá su jornada grande de ilegales. En esta ocasión, los organizadores, el Consejo del Barrio del Pópulo y LA VOZ, han decidido abrir la mano y que vayan a cantar todas las ilegales que así lo deseen, con caja, bombo, las esposas como figurantes. y un perro verde si lo desean. En definitiva con lo que quieran. En 2008 fueron más de cincuenta las que acudieron al lugar entre la jornada de hoy miércoles y la de mañana jueves. Ya veremos cuántas se contabilizan durante estos dos días, que los Guiness están cerca y los récords siempre se agradecen.