Las confesiones del ‘Sheriff’ volvieron ayer al Gran Teatro Falla en forma de clásicos compases chirigoteros. El autor desveló ‘Los secretos’ de un estilo autóctono pero que quizás necesita una vuelta de tuerca para seguir manteniéndose en lo más alto y poder competir por la gloria carnavalesca. Una vez más, la interpretación del grupo, sobre todo de Lulu, estuvo muy por encima del repertorio, que hizo aguas en una pieza tan fundamental en la modalidad como los cuplés y el estribillo. A pesar de no cuajar una actuación redonda, el divertido popurrí con el que culminaron su repertorio, acabó levantando al público de sus asientos.
La sorpresa de la noche llegó de la mano de la apuesta de ‘Ya estoy yo acostao’, que aunque llegaban a priori como teloneros de la gran chirigota de la noche, dejaron un gran sabor de boca entre el respetable, con un trabajado repertorio y con un tipo al que supieron sacar el máximo partido. La chirigota de Taka, ‘Los de la Tacita’, también hizo pasar un rato agradable a los espectadores que aún quedaban en el teatro con un simpático estribillo, que fue coreado y aplaudido desde el gallinero.
El coro del Alemania, ‘La pluma’, mantuvo el nivel de la pasada edición y no consiguió dar el salto de calidad que se espera de un grupo que cumplía su segundo año. Quizás le jugó una mala pasada el hecho de abrir una sesión poco atractiva y de poco ambiente. También tuvieron algunos fallos de afinación.