El concurso genera ingresos que superan el medio millón de euros

Por  7:51 h.

El concurso del Falla se encuentra en muy buen estado de salud, por lo menos en lo que se refiere a sus ingresos. Ni siquiera la crisis económica que se deja sentir con fuerza en todo el país, ha conseguido hacer mella esta edición en la taquilla o en la asistencia al teatro. Los datos son llamativos y escandalosos, ya que durante las fases de preliminares, cuartos de final y semifinales se han congregado en el Falla un total de 22.221 espectadores (pasando por taquilla), que han ingresado en las arcas del Patronato del COAC más de medio millón de euros. Una cantidad a la que hay que restar gastos como la limpieza, el mantenimiento o la vigilancia del teatro, las dietas del jurado y los premios a las agrupaciones.
De las 16 sesiones de la fase clasificatoria, se ha conseguido colgar el cartel de completo en once, mientras que la función con peor entrada se quedó con más de la mitad del aforo vendido, o lo que es lo mismo, con 549 espectadores de pago, ya que a diario alrededor de 200 personas entran en el Falla como invitados o para trabajar.
En cuanto a los cuartos y a las semifinales, todas las localidades puestas a la venta se agotaron al instante, por lo que el primer día de cuartos ya no quedaba ninguna entrada disponible ni por internet ni en taquilla. El sistema de ventas por internet ha sido precisamente una de las claves de este éxito de recaudación, ya que al ponerse en la red el 80% del aforo, se ha incrementado de forma importante la presencia del público foráneo en el espectáculo, ya que han podido comprar la localidad desde su propia casa, sin tener que hacer frente a las colas kilométricas que se originan en los alrededores de la Plaza Fragela.
Quizás sean estos datos económicos la respuesta al por qué de un concurso tan largo. De hecho, la clasificatoria, la fase más cuestionada, genera alrededor de 300.000 euros, convirtiéndose así en la más rentable, ya que cuartos produce 150 .000 euros y las semifinales 113.000 euros. Las posibles soluciones para reducir su duración pasan por renunciar a estos importantes ingresos, algo que no creo que estén dispuestos a aceptar los organizadores.