El Ayuntamiento de Cádiz ha criticado el calendario aprobado por las peñas carnavalescas para la celebración de los tradicionales actos de la Erizada, Ostionada y Pestiñada. Dicho calendario introduce novedades en la propuesta municipal y sitúa la Erizada en el 7 de enero, la Pestiñada en el 13 y la Ostionada en el 21.
La concejala de Fiestas, María Romay, ha mostrado su malestar con la decisión tomada de forma unilateral por las entidades, a las que además acusa de «no empatizar con la situación económica del Ayuntamiento de Cádiz», en referencia a los elevados costes que tiene para las arcas municipales organizar los actos en jornadas distintas. De hecho, Romay advierte de que en caso de que la Erizada se celebre el 7 de enero y la Pestiñada, el 21, el municipio tendría que asumir dos dispositivos de limpieza y seguridad extraordinaria.
Asimismo, Romay subraya que además de tener que asumir esos costes, estas entidades reciben también una subvención municipal para llevar a cabo dicha organización, por lo que el coste de los actos para el Consistorio es aún más elevado. Asimismo, la concejala ha manifestado su malestar porque «nos hemos enterado por la prensa y ni siquiera nos han llamado por teléfono para comentarnos el cambio». En este sentido, ha asegurado que durante los encuentros que ha mantenido con las entidades se les ha puesto sobre la mesa varias propuestas e incluso se habló de ubicaciones alternativas a San Antonio para que la Ostionada pudiera celebrarse el 7 de enero, ya que en esa fecha aún estaría montado el mercado de Navidad en la zona.
Por su parte, las peñas acordaron este calendario en función de sus prioridades. La Erizada es el único acto gastronómico que se mantendría según lo previsto, ya que la peña Los Dedócratas ha descartado hacer coincidir la celebración con el 6 de enero, ya que coincide con el Día de Reyes y consideran que ésta debe ser una jornada para pasar en familia. Por su parte, los responsables de la peña El Molino, alegan que el 7 de enero no es viable porque no da tiempo a desmontar el mercado de Navidad e instalar el escenario en la Plaza de San Antonio.