carnaval de cádiz 2014

El adiós del Carnaval más repartido

El aumento de los días efectivos de fiesta permite una mejor organización

Por  9:29 h.
El adiós del Carnaval más repartido

El Carnaval no se para, por nada ni por nadie. La fiesta, como se ha vuelto a demostrar este año, va mucho más allá de un Concurso que tiene lugar en un recinto cerrado. Cuando este acaba la ciudad entera toma su relevo como inmenso escenario para una celebración que se derrama por las calles y es imposible de controlar. Tampoco le hace falta, porque los gaditanos han sido capaces de autorregularse sin más normas que las del sentido común. Acaba así hoy un Carnaval, el de 2014, con apenas un par de incidentes aislados y que ha discurrido con normalidad y, en la mayoría de los casos, aprobando con nota.

Sin duda, lo más destacado ha sido la ampliación de la agenda, el reparto de los actos que ha permitido un mayor disfrute de las actividades programadas. La coincidencia de la Gran Final del Concurso del Falla con el festivo del Día de Andalucía permitió que desde el jueves 27 de febrero se empezaran a celebrar los actos oficiales. Por una vez, de esta forma, el inicio oficial de la fiesta tuvo contenido efectivo. Ese día se celebraron la elección de la diosa en San Antonio y el concierto de Abraham Mateo. Sobre dicho espectáculo, poco que decir, más allá de que contentó a un buen número de fans. Algo más criticable la ceremonia de elección de la diosa del Carnaval. La misma no estuvo a la altura de años anteriores. Y, por otro lado, el escaso interés que ha despertado este año la convocatoria para presentarse a ninfa debe hacer reflexionar sobre el futuro de esta figura, su cometido y el sistema de elección de las jóvenes aspirantes.

Justo un día después las agrupaciones que llegaron a la Gran Final demostraron que el Concurso no pierde calidad. No quiere decir que no se eche de menos a los que han optado por abandonarlo, pero para nada se cumplieron esas previsiones apocalípticas de los que vaticinaban un COAC sin nivel ni interés. Donde se van unos se colocan otros y no hay apenas tiempo para añorar a nadie. Funcionó bien el nuevo sistema de venta de entradas, habiendo sido un acierto total el traslado de la venta física a las taquillas del Estadio Ramón de Carranza, con lo que se han evitado las interminables colas de otros años y se ha agilizado el proceso. Eso sí, hay que señalar que los días grandes del Concurso, especialmente la Final, han perdido el excelente ambiente que los caracterizaba en años anteriores. Son muchas las voces que piden que se estudien de nuevo los porcentajes que se destinan a taquilla y a internet, con objeto de facilitar el acceso a los aficionados gaditanos.

Una vez finalizado el Concurso Oficial la calle se convirtió en la protagonista absoluta. La organización de los actos ha sido correcta. Los carruseles de coros han funcionado bien, aunque se sigue echando de menos el ambiente en torno al Mercado Central. Al estar los recorridos tan separados entre sí hay momentos en que los coros con menos fieles terminan cantando prácticamente sin público.

Otro de los momentos álgidos de la fiesta fue el pregón del primer sábado a cargo de la chirigota del Lobe. En el espectacular escenario que simulaba a la perfección el Gran Teatro Falla, este grupo fue capaz de reunir a algunos de los más grandes nombres de la fiesta en un mismo lugar. Aparte de ese mérito hay que apuntar en su haber un pregón muy gaditano que encantó a sus incondicionales con el repaso que hicieron de su trayectoria. Faltó, no obstante, una mayor alusión a la fiesta de la calle, con lo que se podría haber llegado a un público más amplio. Pero, en cuestión de gustos y estilos, los colores.

También durante el primer fin de semana, la Cabalgata dejó un buen sabor de boca, más allá de la necesidad de organizar mejor el inicio del cortejo en el que participan las diferentes agrupaciones de amigos y familiares.

La programación de actos para los más pequeños ha sido completa, aunque de cara a próximos carnavales se hace necesaria una mejor organización para la celebración de los espectáculos de títeres en la plaza de San Antonio, donde se hace prácticamente imposible que los pequeños vean nada si no están situados en primera fila.

Los distintos tablaos repartidos por la ciudad han funcionado como es habitual, con una masiva respuesta del público, que ha ganado además un nuevo espacio fijo en la plaza de la Reina y una mayor actividad en San Antonio, donde también se han celebrado eventos como la Gala del Humor del jueves y el concierto de Vanesa Martín de anoche.

Las que nunca fallan son las agrupaciones ilegales, que siguen haciendo único el Carnaval de Cádiz con su inagotable ingenio. Han vuelto a llenar las calles del centro, de La Viña y del Pópulo. Eso sí, este año han cantado con menos aglomeraciones, porque sea por el tiempo, por la crisis o por las ganas de juerga, los visitantes han llegado de forma menos masiva a la ciudad. Los hoteles se han llenado de todas formas, lo mismo que los bares y las barras improvisadas. Tampoco ha faltado a su cita con la fiesta el botellón, que sigue siendo la alternativa preferida por los más jóvenes.