actos del carnaval

Doña Cuaresma empuja a la hoguera al Dios Momorera

El cuartetero escenifica el fin oficioso del Carnaval en un divertido acto

Por  9:02 h.

El Carnaval de Cádiz volvió anoche a arder. Esta vez no fue por culpa de ningún acto vandálico. El fuego, aunque real, tuvo un significado simbólico, porque con él se escenificó la quema de las últimas serpentinas de la fiesta.

Esta vez fue el cuartetero Manuel Jesús Morera el encargado de encarnar al espíritu del Carnaval, el Dios Momo. Lo hizo con un pregón divertido por momentos y más serio en otros.

De partida, la acción del pregón de Morera transcurrió en un concurso muy especial: «¡¡Ay, que me quemo!!». En el mismo, el Dios Momo se enfrentó a la siempre temida Doña Cuaresma, un papel que desempeñó otro de los cuartetos más reconocidos del Carnaval gaditano y compañero del propio Morera, Carlos Mení, que le dio una dimensión cómica al personaje que pocos podían imaginar.

Otro miembros del cuarteto ganador, este y los últimos cinco años, Selu Piulestán, hizo las veces de presentador del peculiar concurso.

A medida que fueron transcurriendo las pruebas del concurso, en el que ambos contendientes se jugaban el quemarse en la hoguera, se fue descubriendo la naturaleza de cada uno de ellos. Mientras Doña Cuaresma sacó a relucir una y otra vez las ganas que tenía de ponerse un capirote y escuchar una marcha de Semana Santa, el Dios Momo (que según su contrincante parecía vestido de rojo una caña de lomo) no paró de echarle flores al Carnaval.

Mientras para Momorera «la noche del sábado es preciosa, se sale disfrazado y la noche se hace corta», para Doña Cuaresma lo que se hacen cortas son «las faldas de todas las niñas que salen el sábado».

Para afianzar sus tesis, cada uno de ellos contó con la ayuda del coro ?Los muñecos de Cádiz, pero a ver quien tiene cojones de clavarle un alfiler?, que dependiendo de quien solicitara su presencia cantó sus coplas en un sentido u otro.

No fue la única agrupación que se subió al tablao de San Antonio. El propio cuarteto de Morera interpretó parte de su repertorio, así como la chirigota de Kike Remolino, ?Los protagonistas?.

Al final, no se produjo el milagro y, como cada año, Doña Cuaresma ganó la partida. El Dios Momo perdió el concurso y fue castigado con la hoguera. Eso sí, con él quemó lo que quiere desterrar para siempre de la fiesta, como los traidores y los tramposos. Pero también se quiso quedar con las cenizas de lo más importante para él, como sus recuerdos de niñez en los carruseles de coros o el cariño del público.

Se quemó Momorera, pero no sin antes gritar «¡Viva Cádiz y viva su Carnaval!»