Concurso de igualdad máxima en el que nadie da la campanada. 25 días después, con pie y medio en semifinales, ninguna agrupación ha marcado un paso marcial imposible de seguir y el siguiente siempre ha conseguido igualar lo expuesto horas antes. Sucedía en esta última noche de transición. Las chirigotas de Selu y el Canijo gustan sin terminar de enamorar, con la esperanza de engatusar en los compases finales. Mejoría pero insuficiente para desmarcarse de unos competidores que aprietan los dientes sin terminar de morder.
La comparsa de Remolino se asienta como ‘el quinto elemento’, aquel que pretende desbancar a uno de los cuatro favoritos de la modalidad. Destacable la originalidad de sus letras, al igual que los jóvenes de Iván Romero y Nono Galán. Los dos coros, el chiclanero y el del Chapa, penetran en su estanca modalidad como un soplo de aire fresco. Y ‘Las pinchapelotas’ dejan muy alto el nivel de la chirigota clásica gaditana. Todo antes de que el Jurado ofreciera su veredicto.
1.- ‘Las mil y una historias’: Coro muy trabajado, con sus componentes sonando al unísono y una atractiva puesta en escena. Estos libros cuentan mil y una historias, y dos grandes tangos. En el primero defiende la libertad de expresión pero desde un singular punto de vista, señalando que al carnavalero “no todo le vale” y que huya de lo zafio para tirar de ingenio. El segundo va dirigido a los que defienden a su patria tan sólo enseñando una bandera y no protestando contra los recortes y la corrupción, que realmente están dividiendo el país. Avanza a pasos de gigante. Popurrí interesante de principio a fin.
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2.- ‘Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos’: Esta comparsa tiene un sello definido que se agradece. Superada esa primera etapa quejicosa con el Carnaval y el Jurado, empiezan a caminar libres y se percibe el interés del autor de buscar la originalidad en la confección de la idea y los asuntos tratados en sus letras. El timbre del grupo es agradable y perfectamente reconocible. Dos buenos pasodobles: a la rivalidad entre Cádiz y Sevilla por culpa del fútbol y a los recortes en el hospital gaditano de Puerta del Mar.
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3.- ‘Grupo de guasa’: La chirigota del Selu es buena pero no es la mejor. Está entre las más criticas, las que cuentan con un mayor componente de sátira, pero le falta humor. No cuaja el pasodoble, con una música deslavazada, pero aún así el repertorio tiene destellos. La idea, asimilada ya, sigue atrayendo pero se pierde el efecto sorpresa. El primer cuplé, crítico, y el segundo, de arte con mensaje a Terelu, la hija de María Teresa Campos.
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4.- ‘Los campaneros’: Mérito enorme el de Quique Remolino que salta de chirigotas a comparsas y viceversa sin perder calidad en ninguna de las modalidades. Entra en la pelea con autores de la talla de Martínez Ares, Juan Carlos Aragón y Tino Tovar, historia viva del Carnaval de Cádiz y que quedarán por siempre en la memoria de la fiesta. El grupo cuenta con buenas voces para lucir a nivel individual pero le falta brillar en el apartado colectivo, especialmente en la presentación. Originales los dos pasodobles, emotivos ambos. Comparsa interesantísima.
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5.- ‘¡Qué caló!’: La chirigota del Canijo aprovechaba un ambiente más propicio para recuperarse del mal sabor de preliminares. La música del pasodoble es preciosa y con el toque inigualable de Bienvenido, pero le falta sabor chirigotero. Aún así, el ingenio de Antonio Serrano es imposible de contener. Pasodobles originales, al hijo que no deja de mirar el móvil y al abandonaba Teatro Pemán. Grandes cupleses, con muchos golpes en cada uno. Popurrí con muy buenas cuartetas y un brillante broche final. Inmejorable.
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6.- ‘Tiempos modernos’: Una nueva propuesta para engrandecer una modalidad que este 2018 ha subido mucho el nivel medio. García Argüez le da un toque reivindicativo a este mundo, y ‘larga’ un segundo tango de aúpa. Duro con los nacionalistas de bandera. Popurrí con mucho contenido y bien cantado aunque un pelín por debajo de los grandes en cuanto a interpretación.
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7.- ‘Los Zincalé’: Estos zíngaros han llegado a Cádiz y se han crecido en este segundo pase. Han mejorado en la interpretación y por fin ha sonado como se desea, olvidando el estreno e incluso su pasado año con ‘Los camballá’. Muy aplaudido el segundo pasodoble y su defensa del ‘no es no’. Popurrí clásico, sin sobresaltos.
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8.- ‘Las pinchapelotas’: Chirigota de Cádiz, con mayúsculas. Posiblemente, la mejor música de la modalidad, o una de las más bonitas sin duda. Mantienen el nivel aunque el repertorio impide que el aficionado pueda volver a disfrutar en semifinales. Buenos pasodobles y simpáticos cuplés rematados con un agradable popurrí.
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9.- ‘Los incontrolables’: Potencia máxima y con la virtud de sonar de manera compacta y sin desafinar. En ese terreno está a la altura de las mejores comparsas. Cardoso además ha conseguido conectar con las dos letras de pasodobles. No es una comparsa mediática, de Concurso, y eso provoca que pase más desapercibida que otras competidoras.
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