Alegría y nervios con parroquianos revoltosos

El jurado penalizó a la chirigota Los que comen por los pelos tras alterar el orden de los cuplé

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Cantar en el Gran Teatro Falla impone y sino que se lo digan a los chavales de la chirigota Los que comen por los pelos encargada de abrir la segunda sesión de semifinales de juveniles. Y es que aunque sus autores tienen experiencia en esto del Carnaval, la mayoría de los componentes era la primera vez que pisaban las tablas del templo de los ladrillos coloraos . A estos piojos chirigoteros los nervios le jugaron una mala pasada y cambiaron el orden del repertorio. Tras la presentación interpretaron los tres cuplés en lugar de los pasodobles. Esto le costó una penalización  por parte del jurado que acordó sancionar a la chirigota con el 50% de la puntuación obtenida en los cuplés y estribillo al haber alterado el orden de interpretación de los mismos. Con soltura y desparpajo salieron al paso del despiste y uno de los componentes se disculpó ante el respetable diciendo que había sido fruto de los nervios. Al finalizar la actuación, Antonio Manuel Rodríguez García, coautor de la letra y la música junto con Daniel Rosales, se lo tomaba con deportividad y bromeaba alegando que «en verdad estaba preparado porque querían innovar». Más allá de la falta grave, estos piojos chirigoteros sorprendieron con su simpática puesta en escena cantando parapetados tras una gorra cadista.  Destacar el atrevimiento de cantar sin el acompañamiento de las guitarras. Bonito pasodoble homenaje al pito de caña que le sirven para introducir las falsetas de su repertorio. El segundo reservado para el amor entre dos chicas. Al principio se sorprenden pero después entienden que el amor no conoce de sexo ni de razas. Graciosos estuvieron los figurantes que entre copla y copla se acercaban con un tarro de insecticida para intentar acabar con estos parásitos.
Tras la actuación de la chirigota llegó la comparsa de Cádiz El rey de los vientos con letra y música de Jesús Cervera Vilches para intentar superar el cuarto premio obtenido el pasado año. Tipo conseguido y una bonita puesta en escena la de estos comparsistas que representan a unos soberanos del Levante y el Poniente con una veleta en la mano a modode báculo. Como forillo el cielo de Cádiz. Las madres son las protagonistas de su primer pasodoble, aunque al principio parecen que se lo dedican a sus novias. Gran ovación que levanta al público de sus asientos y gritos de ánimo que demuestran la dificultad que entraña ser poeta. «Ole las comparsas, ole el rey de los vientos y el que no diga ole que le metan por el c… un trozo de pimiento». Hay queda eso. Cuplés simpáticos en el que dicen que aprovechan sus poderes para levantarles las faldas a las niñas pero a una le vieron algo que no se esperaban. Estribillo alegre musicalmente. En el popurrí explican cómo han llegado a convertirse en rey de los vientos: «Eran unos niños normales a los que un día les envolvió un ciclón y se les metió el Poniente y el Levante en el corazón enamorándose de Cádiz». La cuarteta donde cantan una nana arranca fuertes aplausos. Acaban en el proscenio con parte del público en pie.
La chirigota Esta chirigota está de gala fue la encargada de cerrar la primera parte. Una simpática ceremonia de los Oscar recrearon en las tablas estos jóvenes chirigoteros donde no faltaron los más importantes actores de la historia fílmica. Al polémico cámara de Onda Cádiz le salió competencia con un figurante que no dejó ni un momento de grabar la gala. El presentador del acto, con mucho brillo, dio paso a cada uno de los componentes que representaban a míticas películas. Por allí estuvieron Rocky, el capitán Garfío, King Kong con el Pirulí en sus manos, el bombero del Coloso en Llamas, o el propio Sargento negro. «La fábrica de la Gordi Mayer» consiguió arrancar las carcajadas del público aunque se pusieron serios en los pasodobles. Destacable el primero donde ofrecen un homenaje a míticos de la fiesta como Cañamaque, Fletilla o Carota. Entre copla y copla, bandas sonoras para el pasacalle. Suena Cantando bajo la lluvía, Cabaret o Gladiator. Toque a Teófila en el estribillo. «Alcaldesa de mi alma, tú si que tienes peliculitas». En el popurrí relatan su carrera profesional hasta haber llegado a conseguir un Oscar. Lluvía de papelillos para despedirse y público en pie.  
Tras el descanso, uno de los platos fuertes de la tarde, la comparsa de Cádiz Los Justicieros. Aunque sólo fueron cinco las agrupaciones, tras la retirada del cuarteto Como oreja de burro, la sesión estuvo muy animada con la tradicional presencia de escolares y familiares de los componentes que no dejaron de jalear a las agrupaciones. Especialmente revuelto estuvo el público con la comparsa. Nada más abrirse el telón arrancaron un sinfín de gritos y piropos que hizo que hasta los propios componentes pidieran silencio al respetable. Sus portentosas voces y una magnífica interpretación dieron como resultado una comparsa trabajada que aspira a lo más alto y a ser seriamente candidata a ocupar un puesto en la final del próximo día 27. Buenas letras y música de los tres pasodobles. Sobresalen especialmente los dos últimos denunciando el cambio climático y la reivindicación del trabajo para los gaditanos.
El cierre de la sesión corrió a cargo del único cuarteto de la tarde, Ni un día libre. Sus protagonistas tres reclusos y el carcelero. Digna parodia con golpes de ingenio que esperan finalizar el domingo. Cuplés modestos para llegar al tema libre donde se despiden acompañados de la guitarra al estilo Morera.